Diario de León

Urgencias resucita a medio centenar de pacientes al año de los 137.000 que acuden

El servicio, en plena ampliación de sus instalaciones, devuelve a la vida al menos a un enfermo cada semana

Simulación de una reanimación con masaje cardíaco a un paciente sin pulso. RAMIRO

Simulación de una reanimación con masaje cardíaco a un paciente sin pulso. RAMIRO

León

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Doblegar la fina línea que separa la vida de la muerte es una tarea que conocen bien los sanitarios del servicio de Urgencias del Hospital de León, cuyas manos logran resucitar a más de medio centenar de pacientes cada año. No es un porcentaje elevado de los 137.000 enfermos que pasaron por la unidad en 2019 o los más de 90.000 del año covid, pero constituye todo un milagro.

Médicos y enfermeras se convierten en esas ocasiones en dioses que sacan de las garras del Hades a personas que llegaron sin pulso, respiración o latido. «Es la labor más espectacular que realizamos, la que nos reconforta más de la profesión», reconoce el coordinador de Urgencias del Complejo Asistencial Universitario de León, Saúl Escudero, «porque llega alguien que no responde, en parada cardiorespiratoria, y con las maniobras de reanimación del masaje cardíaco y lo que conocemos como el boca a boca, que hoy se efectúa con una bolsa Ambu y una mascarilla, de repente abre los ojos y respira».

En esa misión de evitar que pacientes aquejados de un ictus, un infarto, sepsis o politraumatismos graves monten en la barca de Caronte, los profesionales de Urgencias saben que la rapidez de sus actuaciones es clave. «Si pasan más de cuatro minutos desde que deja de respirar hasta que se logra la reanimación es muy difícil que salve su vida o no lo queden secuelas, porque el cerebro no recibe oxígeno y las neuronas se mueren», explica.

De hecho, sufrir un deterioro cognitivo o quedar en estado vegetativo representan un riesgo alto para determinados casos muy graves. También es complicado salvar a todos los resucitados, a pesar de concederles una oportunidad de agarrarse a la vida. «De los reanimados, algunos se recuperan, pero otros, más o menos la mitad, vuelven a sucumbir al sobrevenir otro episodio o tras ser ingresados en la UCI o los servicios de cardiología porque se les complican sus patologías».

Urgencias, la puerta de entrada a un altísimo porcentaje de hospitalizaciones (60%), gestionó cada día una media de 320 pacientes en 2019 y 265 en 2020. En los primeros nueve meses de 2021 ya han pasado por el servicio 80.414 personas. El servicio está en plena ampliación. Las obras para ganar 343 metros cuadrados del exterior del gigantesco edificio sanitario, que posee una superficie construida de 126.000 m2, ya han finalizado tras una inversión de 600.000 euros y resta la segunda fase en que se reorganizarán los boxes y las salas de tratamiento.

El portal de Datos Abiertos de la Junta señala que hasta el pasado 31 de octubre estos servicios atendieron en conjunto en la Comunidad 713.731 consultas, o lo que es lo mismo, 2.355 de media al día, números lógicamente más elevados que el año pasado cuando se vivió el confinamiento y hubo un descenso pronunciado de solicitudes. Escudero recuerda que la entrada de pacientes aquejados con ictus o infartos se redujo un 80% por el temor al contagio y lamenta que al no actuar en esos casos graves los enfermos hayan tenido complicaciones o incluso fallecido en sus casas.

Detrás de esas 80.414 visitas de urgencia al Hospital y otras 10.222 a los centros de salud existe una historia diferente. Según la estadística, acuden más mujeres, los lunes y por problemas de nivel 4 consideradas urgencias menores, potencialmente sin riesgo vital para el paciente y que se atienden con una demora máxima de 120 minutos. De las consultas de Urgencias registradas en la Comunidad, solo un 0,1%, 726 casos, fueron de nivel 1, que requieren atención inmediata y donde la intervención se efectúa para resucitar al paciente; 28.786 (4%) se registraron de nivel 2, muy urgentes de riesgo vital, inestabilidad o dolor muy intenso, con una atención antes de 10 a 15 minutos; 202.447 (28,3%) de nivel 3 en pacientes estables hemodinámicamente pero con potencial de riesgo vital que requieren pruebas diagnósticas y esperan 60 minutos, mientras las de nivel 4, son las más numerosas con 263.994 (36,9%). Las no urgentes que revisten poca complejidad o acuden por cuestiones administrativas y citaciones (nivel 5) sumaron 50.749 (7,1%) con una espera de hasta 4 horas.

En las reanimaciones suelen acudir dos médicos y tres enfermeras que empeñan su profesionalidad en intentar insuflar vida a personas sin constantes vitales. A veces sus cuerpos responden y siguen bombeando sangre, aunque se consideran fallecidos y entonces serán sus órganos si son donantes los que salvarán otras vidas.

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