Confirmados los primeros casos de EHE en dos vacas de una explotación en León
Las reses infectadas han sido localizadas en una ganadería de Valencia de Don Juan donde permanecen inmovilizadas
Un ganadero realiza las pruebas sanitarias en una explotación de Zamora. ICAL
La enfermedad hemorrágica epizoótica (EHE), que afecta principalmente a ciervos y también a bovinos, ha llegado a la provincia de León tras confirmarse dos vacas positivas en una explotación ganadera de Valencia de Don Juan.
El avance de esta enfermedad, que hasta ahora había sorteado la provincia, está azotando duramente al sector ganadero de la comunidad. Desde finales de agosto la EHE ha provocado la muerte de 8.613 cabezas de ganado vacuno, según datos facilitados por la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural.
La situación de Salamanca es la más llamativa, con 4.772 vacas muertas. En Ávila se han contabilizado 1.857 muertes, mientras que en Zamora el número ha subido hasta los 1.112. En Valladolid también se han dado focos y se contabilizan 135 muertes, mientras que en Burgos y en Segovia han contabilizado 54 y 683 muertes cada una de estas provincias.
La localización de nuevos focos tiene consecuencias para el movimiento de animales.
Así, cuando se detecta un nuevo foco esto implica modificaciones en la zona desde la que se restringe el movimiento directo para vida (no así para sacrificio) por EHE, hacia otros Estados miembros, de animales bovinos, ovinos y caprinos.
No se establece, en cambio, ningún tipo de restricción con relación al movimiento o consumo de productos de estos animales ya que la EHE no es una enfermedad que afecte al ser humano.
Respecto a los movimientos nacionales, los animales y vehículos deben estar desinsectados para movimientos desde la zona afectada hacia zona libre, con ausencia de sintomatología en ganado bovino.
Lo que si supone la enfermedad son importantes perjuicios económicos para el ganadero, que en estos momentos no atraviesa un buen momento, debido al incremento de los costes de la alimentación, entro otros incrementos.
Un ganadero pierde entre 900 y 1.500 euros cuando fallece una vaca; otros 400 euros cuando se produce un aborto; diez euros diarios, aproximadamente, por cada res, debido al tratamiento sanitario de prevención de la EHE (por ejemplo, una explotación con 50-60 animales puede tener unos gastos veterinarios, de tratamientos, desinfectantes, etc. superior a los 2.000 euros).
A estos gastos hay que añadir las restricciones de mercado y, sobre todo, los efectos a largo plazo que pueden tener los animales y, lo más preocupante, sobre las parideras.
Desde el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación se recuerda la importancia de comunicar de forma «inmediata» a los Servicios Veterinarios Oficiales cualquier sospecha en las especies susceptibles, domésticas y silvestres, para valorar el impacto de la enfermedad y su distribución.