La juventud de Juan Leal y Joaquín Galdós se apodera del coso astorgano

La juventud se impuso ayer en la Plaza de Toros de Astorga en el día de la celebración de la patrona Santa Marta. En la segunda corrida de toros de la feria taurina de Astorga el joven francés Juan Leal protagonizó un rotundo triunfo de cuatro orejas en la bimilenaria, en una tarde en lo que lo realmente importante llegó al final, con el indulto de Potrico a cargo del peruano Joaquín Galdós, que hizo el mejor toreo.

Potrico —uno de los seis astados de la ganadería de El Pilar que fueron toreados ayer— demostró su bravura ya desde que fue al caballo; pero cómo fue en el último tercio: incansable, siempre por abajo, haciendo, incluso, «el avión» en la muleta de un Galdós pletórico de principio a fin, con un toreo reposado, limpio y hondo, y en una faena de menos a más, a mucho más, como el propio astado, que nunca cesó de embestir.

Aquello se fue calentando hasta que empezaron a asomar los pañuelos en demanda del indulto mientras Galdós seguía pasándoselo de lo lindo con él. Al final, pañuelo naranja, el toro volvió con vida a los corrales y el peruano paseó los máximos trofeos simbólicos como colofón a una gran tarde de toros en la que la juventud vuelve a pedir paso.

Por su parte, Juan Leal salió con el acelerador pisado en su primero, un toro que hizo una buena pelea en el largo puyazo que recibió, y al que el joven francés inició faena en los medios con varios cambiados por la espalda. Un buen cuerpo a cuerpo y una estocada fulminante le valió al francés para cortar dos orejas. Un epílogo de cercanías y una estocada con el quinto toro de la que Leal salió trompicado hicieron que la gente le pidiera otras dos orejas para él.

Volvió también Uceda Leal después de la gran tarde protagonizada en la víspera, y lo hacía sustituyendo a Finito de Córdoba, aunque el veterano espada madrileño no pudo repetir el mismo triunfo por falta de toros y cortó una oreja.

La feria tenía prevista hoy una corrida de rejones, pero ha sido suspendida para evitar la concentración de gente.