Picos de Europa acoge hoy la última cacería sin cerrar las compensaciones

En el día de hoy se escucharán los últimos tiros en el Parque Nacional de Picos de Europa, por lo menos, los que salgan de las escopetas de los cazadores, que a partir de mañana ya no podrán seguir desarrollando la actividad cinegética en este espacio protegido, ni en ningún otro de la red nacional. A primera hora de hoy, salían desde el centro de visitantes de la Fonseya, en Oseja de Sajambre, los cazadores que llevarán a cabo la última batida de jabalíes en este paraje. «Es un momento histórico», reconocía el alcalde de la localidad, Antonio Mendoza.

Según confirmó ayer el Ministerio de Medio Ambiente y Reto Demográfico (Miteco), a partir de mañana 5 de diciembre quedará prohibida la caza deportiva en los cuatro de los 15 parques de la red nacional _Cabañeros, Monfragüe, Picos de Europa y Sierra de Guadarrama_ en los que aún se permitía esta actividad. De este modo, se acaba la moratoria de seis años otorgada en 2014 a estos espacios, para dar cumplimiento a Ley 30/2014, de 3 de diciembre, de Parques Nacionales, que elimina por completo la pesca deportiva y recreativa y la caza deportiva y comercial en su interior.

Durante este tiempo, el Gobierno central debería haber negociado con los propietarios de los terrenos cinegéticos las compensaciones por el fin de esta actividad que reporta importantes ingresos económicos a los pueblos, para así dar cumplimiento a la disposición adicional séptima de la ley, que impone a las Administraciones públicas competentes la celebración de acuerdos voluntarios con los afectados, o, en su defecto, aplicar los procedimientos de expropiación forzosa o rescate de los correspondientes derechos dentro del plazo de seis años desde su entrada en vigor.

«No hay ningún tipo de acuerdo, ni si quiera nos han hecho una oferta económica que podamos estudiar». afirma el alcalde de Oseja de Sahambre.

Como referencia está la negociación la llevada a cabo en Asturias en el año 2010, para indemnizar el fin de la actividad cinegética en el municipio de Amieva, ubicado en la vertiente asturiana del parque, que llegó a un acuerdo con el Estado para dejar de cazar _en este caso sólo rebecos_ en sus 1.500 hectáreas de reserva a cambio de recibir una cantidad de 2,4 millones de euros.

La cantidad que deberían recibir los municipios leoneses de Posada de Valdeón y Oseja de Sajambre sería mucho más elevada ya que los terrenos afectados suman las 24.000 hectáreas de coto de caza en los que se abaten además más especies, como rebecos, corzos, ciervos, jabalíes y lobos.

Según estimaciones realizadas en base a distintos informes periciales de valoración, prohibir la caza en los parques nacionales podría costar unos 320 millones de euros Esa cantidad solo se refiere a las indemnizaciones que las arcas públicas deberían abonar a los propietarios por las limitaciones de usos sufridos. A ella habría que sumar los gastos de control poblacional de las especies cinegéticas, que sería muy elevado ya que, de no mediar acuerdo con los propietarios, la Administración se vería obligada a contratar personal específico para ello, al no contar con medios propios para hacerlo.