La población se adueña de nuevo de la cordillera cantábrica
La población de oso pardo en la Cordillera Cantábrica ha ido ascendiendo mediante una progresiva recuperación, en el año 2019 se contabilizaron unos 350 ejemplares, a los que habría que sumar los cerca de 50 individuos del mamífero más grande de la península que habita en los Pirineos.
«Los dos grupos de oso presentes en la Cordillera, antes separados en dos subgrupos, uno en la parte oriental y otro en la occidental, actualmente se encuentran ‘unidos’ y el mestizaje registrado en los últimos años hace que se pueda hablar ya de una ‘población continua’ en toda la Cordillera.», declaró el presidente de la Fundación Oso Pardo, Guillermo Palomero.
Esta unión entre las dos poblaciones de osos hace, según Palomero, que hayan mejorado las posibilidades de recuperación de la población de osos en la parte oriental de la Cordillera donde ya hay censados al menos 50 osos.
Palomero señaló que estos datos suponen «buenas noticias», aunque ha advertido que ahora toca «gestionar adecuadamente» este crecimiento en la población del oso pardo.
La conservación del oso pardo en la Cordillera Cantábrica continúa siendo un reto y el Fondo para la Protección de los Animales Salvajes (FAPAS) que ha renovado su equipo fotográfico con 115 cámaras digitales que permiten obtener imágenes de gran calidad y realizan disparos automáticos con gran rapidez, lo que garantiza que todo lo que pasa por delante del objetivo queda fotografiado.
El oso pardo, aún está catalogado en España como especie en peligro de extinción, debido a su descontrolado crecimiento y a las dificultades que ha de sobrepasar par cruzar entre las provincias donde habita. «Conocer mejor su biología, cuáles son sus preferencias alimenticias y cómo se mueve es aún una necesidad para garantizar la supervivencia del mamífero terrestre más grande de España», explican desde la organización.