Diario de León

CABOALLES DE ARRIBA

Varios osos irrumpen en el casco urbano y destrozan árboles frutales

Uno de ellos mató a cuatro ovejas en presencia de sus propietarios

Publicado por
V. ARAÚJO
León

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Los lacianiegos sienten preocupación y temor ante la presencia del oso en la comarca, y es que no sólo se ha visto al plantígrado en la zona de Las Rozas, en Villablino, sino también en la pedanía de Caboalles de Arriba, desde hace varios días. Concretamente, la última vez que estuvo el oso por el casco urbano de este pueblo fue la pasada madrugada del viernes al sábado, cuando algunos vecinos pudieron comprobar como sus árboles frutales habían sido destrozados por el oso, recordando que son fincas privadas y que se encuentran en el casco urbano de Caboalles de Arriba.  

No es la primera vez que el oso hace estragos en este pueblo, ya que según los vecinos, días anteriores el plantígrado había matado a cuatro ovejas en dos cabañas ganaderas diferentes en presencia de los propietarios de los animales. Los vecinos aseguran que por este pueblo no hay un solo oso, sino que hay varios, incluso han visto una osa acompañada por sus oseznos.  

Una difícil situación, ante la que tanto vecinos como ganaderos tienen miedo, y en donde muchas personas no se atreven a salir a caminar o hacer rutas de senderismo, mientras que los ganaderos temen que el oso acabe con la vida de alguna de sus reses, ocasionándole pérdidas económicas.  

Por su parte, el alcalde pedáneo de Caboalles de Arriba, Jesús Rodríguez, manifestaba que «no se puede vivir con este miedo» y pide a las administraciones que intervengan. «No estoy en contra ni del lobo ni del oso, pro este tipo de situaciones no pueden ser», afirma. Por ello, tiene previsto reunirse con el alcalde de Villablino, Mario Rivas para ver qué tipo de medidas se pueden tomar al respecto.  

Rivas señalaba que la presencia del oso es una consecuencia de vivir en esta zona pero no tiene que ser normal ver al plantígrado en los cascos urbanos. «Este tipo de situaciones no se pueden convertir en un hábito», asegura el regidor que recuerda que el plantígrado es un recurso más de la comarca y por lo tanto la Junta de Castilla y León tiene que velar porque no interceda con la normal vida de los lacianiegos.  

Para finalizar, el Ayuntamiento anima a todos los vecinos que hayan notado la presencia de los osos en algún lugar de aviso los agentes medioambientales para que puedan intervenir.  

En busca de comida  

Hace unos días, un oso joven fue visto por la zona de Las Rozas en Villablino para comer en un contenedor de basura, tras esto la Junta de Castilla y León hizo una serie de recomendaciones a los lacianiegos para intentar disuadir al oso joven. Las actuaciones están enfocadas a la disuasión y privación de recursos en zonas o áreas donde no se tolera la presencia de los oso, recomendando evitar basuras y carroñas, así como proteger aquellas instalaciones sensibles, como colmenares o majadas. Teniendo en cuenta estas recomendaciones, el Ayuntamiento ha decidido recoger la basura de día para que los contendores estén limpios antes de las nueve de la noche. Unas indicaciones que se han puesto en conocimiento de los vecinos de la zona.  

Por el momento, la administración dio estas recomendaciones pero afirman que en casos extremos de osos agresivos, las actuaciones serían más drásticas como la captura y la translocación del individuo.  

La Junta recuerda que las medidas a la vigilancia y seguimiento de los osos son necesarias para determinar la existencia de ejemplares confiados y poder prever su incursión en zonas habilitadas, de cara la adopción de medidas disuasorias y de privación.  

Hace unos días, este oso joven fue visto por esta zona, comiendo del contendor de basura, en donde los lacianiegos mostraron su temor y preocupación ante la presencia del plantígrado por el casco urbano. Una preocupación que va en aumento al conocer que también el plantígrado ha hecho su presencia en el casco urbano de Caboalles de Arriba.  

La Fundación Oso Pardo señala que «en la Cordillera Cantábrica apenas se había detectado este comportamiento hasta ahora, pero la recuperación en el número de osos en los últimos años hacía previsible que pudiera ocurrir en cualquier momento», matizan.

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