Diario de León

EL LEONÉS QUE ESTÁ EN LAS NUBES

El hombre del tiempo que lleva la contraria a Aemet y acierta

Sus predicciones las siguen a diario más de 7.000 personas en la provincia. Da más en el clavo que la Agencia Estatal de Meteorología

Santiago Parrado, ‘Santi Bedunia’, con la estación meteorológica que tiene en su pueblo, Villaestrigo del Páramo.

Santiago Parrado, ‘Santi Bedunia’, con la estación meteorológica que tiene en su pueblo, Villaestrigo del Páramo.

León

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En su consulta se habla más del tiempo que de dolencias. Como si fuera un ascensor. «¿Va a llover?», le preguntan nada más abrir la puerta. Ni buenos días ni nada. Porque Santiago Parrado es también Santi Bedunia. El primero es enfermero en el consultorio de Cebrones del Río. El otro es el hombre del tiempo que le lleva la contraria a Aemet y acierta.

Sus predicciones las siguen a diario más de 7.000 personas en la provincia. Lo cuenta todo en Meteo Bedunia —el nombre de la antigua ciudad de los astures cismontanos, en Cebrones del Río— a través de Facebook e Instagram. Tal como va a ser. Con la humildad que deben de tener —advierte— los hombres y las mujeres del tiempo. Esto lo tiene mucho más claro que lo que va a hacer.

«La atmósfera se mueve de forma caótica», anuncia en una primera explicación que ya anticipa nubarrones. «Por eso es tan difícil de predecir», añade. Primer chaparrón. «El reto es dar el tiempo y reconocer con modestia que tienes muchas probabilidades de equivocarte», relata. Y lo deja caer una y otra vez en la conversación como agua de lluvia fina. Te cala.

Va por la calle y le preguntan desde la otra acera, «¿llueve hoy?». Suena el WhatsApp y lo mismo

Así que ya en la tesitura de que no son infalibles, no podemos mirar como gurús a quienes intentan desentrañar qué pasa entre las nubes. Y aunque comprobemos semana sí y semana también que no dieron ni una, qué difícil no sentir fascinación.

Y dicho todo esto, cualquiera le pide una predicción para más allá de 48 horas. Pero se atreve con este veranillo de San Martín, «tres días y fin», como reza el refrán. Hoy domingo habrá todavía temperaturas agradables aunque con aumento de nubosidad. Mañana lunes se espera la entrada de un frente frío —«de madrugada», hasta precisa— que traerá un importante descenso de temperaturas y pocas lluvias en las zonas llanas de la provincia —un dato importante para los agricultores— y para el miércoles, primer día con máximas por debajo de los 10 grados, algo que no sucede desde... ¡primeros de abril!, lluvias pocas y primeras nieves en las montañas «y no sólo en las cumbres».

«Se acerca inexorable el invierno y tendremos que ir acostumbrándonos al abrigo», predice.

Lo podremos comprobar.

«Es la ciencia más inexacta que existe», dice.

—Será exceptuando la economía, ¿no?

Ríe el comentario.

Viene a cuento, porque las crisis han marcado su vida. La económica de los años 70 llevó a su familia a emigrar al País Vasco. Y la de sus 50 años, a retomar la vieja pasión por la meteorología.

La descubrió en Sabero, de pequeño, entre la nieve. Cuando las nevadas eran nevadonas. De La Bañeza a allí siguiendo a su padre, enfermero en Hulleras de Sabero. Ahí fraguó su afición por el estudio de la atmósfera. Pero se dedicó a la enfermería, siguiendo la estela familiar. Hasta que el día de su 50 cumpleaños abrió el WhatsApp y envió su primera predicción.

«Leer, leer y observar» es su método de trabajo. Bebe en las mismas fuentes que la Aemet, la Agencia Estatal de Meteorología, pero para sus seguidores es mucho más fiable.

Tiene una explicación para esto. «Es un problema de comunicación, de cómo lo cuentas. Si pones el Jueves Santo un símbolo de nieve y en realidad es que el termómetro va a estar por debajo de cero sólo a partir de la medianoche pues ya no has acertado. La información es la misma, hay muchas probabilidades de que nieve, pero no va a ser todo el día, sólo a partir de la noche».

—Vamos, que hay procesiones...

—Pues sí.

No tiembla Santi Bedunia cuando hace predicciones en puentes, vacaciones y verano. Quizá porque acierta. Y quizá porque acierta recuerda con nitidez sus errores. «Vaya cagada de predicción», dice sin cortarse. Se refiere a la celebración de las mascaradas en La Bañeza.

—Dije que iba a hacer solazo y se tuvo que suspender, todo el día lloviznando

—¡Glup!

Se sumerge en muchas fuentes. En los refranes, también. «Los refranes, los dichos y la sabiduría popular son contundentes y cuando hablan del tiempo suelen tener razón, no porque sean una predicción meteorológica sino porque hablan de lo que sucede habitualmente», explica.

No es habitual lo que ha pasado este verano. Ni tampoco en el mes de octubre.

«Acabó el mes más loco que recordamos», dice. «En León, todos los días del mes han sido más cálidos de lo normal», añade. Y aporta datos: temperatura media del mes registrada en la estación de La Virgen del Camino, de Aemet, 15,0º (+3,1º) con 83,4 mm de lluvia (135%) y en La Bañeza 15,5º (+3,7º) cuando la media habitual es de 11,8º.

Fue, además, el verano más largo y cálido desde que existen registros.

«Comenzó a primeros de mayo, con temperaturas muy altas, y parece que quiso acabar también como el más largo. La provincia ha vivido el verano más caluroso nunca registrado», dice.

Más datos: temperatura máxima absoluta, 39,1º el 14 de julio, casi todos los días por encima de la media habitual y la semana del 11 al 17 de julio será recordada como «la más infernal», con máximas por encima de los 32º.

—¿Es el cambio climático?

—Los datos están ahí. ¿Es consecuencia del hombre, tiene causas antropogénicas? No sabemos aún claramente cómo podemos influir en los cambios atmosféricos. La gran cuestión es cómo se enfoca el problema, qué vamos a hacer, qué estamos haciendo para protegernos, para poder soportarlo, especialmente en las ciudades. ¿Se están plantando más árboles, creando zonas verdes, eliminado asfalto, destruyendo las burbujas de calor?

Deja las preguntas en el aire.

Arremete contra las cabañuelas y su difusión —«a los periodistas les hace mucha gracia, pero es desesperante, nada más lejos de la ciencia, y no aciertan», dice— y un poco menos con el Zaragozano, al que reconoce que «por lo menos dice lo que es más habitual que suceda». Y critica las exageraciones, «¿huracanes por León?, ya es raro que haya tornados así que imagina»

Aunque se centra en La Bañeza y su comarca y a veces se extiende al resto de la provincia, analiza datos generales de todo el mundo. Forma parte de la red de Noromet, 500 estaciones meteorológicas en la península ibérica, 60 en León, él una en su pueblo, Villaestrigo del Páramo, y otra en La Bañeza. Anima a instalarse una estación meteorológica. Especialmente a juntas vecinales, ayuntamientos y agricultores y regantes. «Los mejores 150 euros invertidos», sostiene.

Va por la calle y le preguntan desde la otra acera, «¿llueve hoy?». Suena el WhatsApp y lo mismo, «¿qué va a hacer hoy?». A Santi Bedunia le persigue el tiempo.

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