Diario de León

JOSÉ MANUEL LAVIGNE PÉREZ. Jefe de grupo de Electromedicina e Instalaciones Especiales

«Nadie entiende ya el desarrollo de las especialidades clínicas sin la dependencia de la tecnología»

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La electromedicina es la especialidad de las Ciencias de la Salud que estudia y analiza el cuidado de los pacientes desde un punto de vista de la tecnología sanitaria. Un técnico de electromedicina desarrolla su actividad profesional en centros sanitarios, públicos o privados, en los servicios de electromedicina, y en empresas fabricantes, distribuidoras o proveedoras de servicios de electromedicina, en los departamentos de asistencia técnica o atención al cliente, tanto por cuenta propio o ajena. Esta especialidad se enmarca en el sector de reparación de equipos electrónicos y ópticos, concretamente en las actividades relativas a la instalación y mantenimiento de productos sanitarios activos no implantables.

—¿Qué hace falta para dedicarse a la electromedicina?

—No hay una educación reglada. El año pasado salieron los primeros grupos porque algunas comunidades autónomas han incorporado estos estudios dentro de sus módulos de Formación Profesional. Desde la Sociedad Española de Electromedicina e Ingeniería Clínica se ha hecho mucho énfasis en desarrollar todas estas competencias laborales. En el sector trabajan técnicos de Formación Profesional (FP), ingenieros e incluso físicos. Yo vengo de la especialidad de Comunicaciones de FP y del sector privado.

—¿Cuánto tiempo hace que trabaja en el Hospital de León?

—Contando los años que estuve en el sector privado, después en el Insalud y ahora en Sacyl llevo desde el año 1991. En el año 1995 se decidió que al electromedicina se incorporara al servicio de mantenimiento, del que dependemos. Los equipos médicos iban creciendo. En el año 1991 éramos unos amigos. Había equipos en el hospital, pero eran muy básicos y sencillos. No era la tecnificación que existe en la actualidad.

—¿En qué consiste el trabajo que realiza en el Hospital?

—Yo soy jefe de grupo de Electromedicina e Instalaciones Especiales. Mi trabajo consiste en estar pendientes de todas las instalaciones que rodean al equipo tecnológico, como la instalación eléctrica, la climatización...

—¿Cómo era su trabajo cuando comenzó y cómo ha cambiado ahora?

—La tecnología ha ido avanzando. Nadie entiende que la medicina y la tecnología estemos desligados. Somos dependientes. Igual que el teléfono móvil ahora es un apéndice más de nuestro cuerpo, todas las especialidades clínicas dependen de la tecnología. Los hospitales son muy dependientes ya de la tecnología.

—¿El papel del médico podrá llegar a desempeñarlo una máquina?

—La tecnología seguirá implementándose, los equipos aumentarán pero los médicos tendrán cada vez más herramientas para poder hacer mejores diagnósticos.

—¿Cómo fueron sus comienzos en esta profesión?

—Contando con el sector privado y después en Sacyl lleva trabajando desde el año 1991. En el año 95, con el Insalud se decidió que la electromedicina se incorporara al servicio de mantenimiento, del cual dependemos. Los equipos médicos iban creciendo con el tiempo. En el año 1991 éramos unos cuantos amigos, en el Hospital había equipos muy básicos, relativamente sencillos, no la tecnificación que hay ahora.

—¿En qué consiste su trabajo diario?

—Soy jefe de grupo de Electromedicina e Instalaciones Especialidades, que engloba no sólo el equipo sino toda la instalación que va alrededor del equipo. Un quirófano no sólo son los equipos sino que tiene una instalación eléctrica y de climatización diferente a cualquier otra parte del hospital.

—¿Cómo era entonces y cómo es hoy el desarrollo de la electromedicina?

—La tecnología avanza. Hoy nadie entiende que la medicina y la tecnología estén desligados. Somos dependientes, igual que nuestro teléfono es ahora un apéndice más de nuestro cuerpo, ahora todas las especialidades clínicas dependen de la tecnología. Los hospitales son muy dependientes de la tecnología.

—¿Cómo será el futuro de la medicina en los grandes hospitales?

—A corto plazo seguirá más o menos igual. La tecnología seguirán implementándose. Las especialidades tendrán más herramientas tecnológicas para hacer diagnósticos más exactos y mejores tratamientos.

—¿Qué es lo que más ha mejorado en los últimos años?

—Han mejorado los equipos y el número de equipos. Ahora son menos invasivos.

—La normativa europea obliga a contabilizar la cantidad de radiación que recibe un paciente en cada prueba.

—De eso se ocupan los compañeros de radiofísica.

—¿Cuál es su función dentro del entramado hospitalario?

—Nuestra función es que todo el equipo médico esté operativo al cien por cien. Que no se pare por nada. El servicio de mantenimiento hace que el hospital funcione, que la actividad médica no se pare.

—¿Cuál es el servicio que más les llama porque necesita más mantenimiento?

—Hay servicios que tienen mucha tecnología, principalmente el área quirúrgica. Con mucho y muy diferente aparataje. Puede ser el servicio más demandante. Hay revisiones periódicas. Tienen mucho uso.

—¿Cuál es el trabajo en una jornada laboral normal?

—Hay protocolos de mantenimiento. Y luego lo que surja.

—¿Cuál es la última tecnología que ha llegado al Hospital?

—La última ha sido el robot quirúrgico Da Vinci

—¿Ha cambiado mucho la actividad diaria de los quirófanos del Hospital?

—Tuvimos que hacer pequeñas modificaciones de instalación dentro del quirófano para adaptar esa tecnología. Desde la construcción de los quirófanos en el año 2002 se hicieron con una visión de futuro que a día de hoy se han ido incorporando nuevas especialidades y no hemos tenido que hacer prácticamente ningún cambio. Por eso la integración del Da Vinci fue muy rápida. Una vez que llegó el robot a León en poco menos de un mes se realizó la primera cirugía. Se han ido incorporando las especialidades de urología y ginecología y se incorporarán más. No ha dado ningún problema desde que se instaló en mayo de 2018.

—¿Cuántas personas trabajan en el servicio de electromedicina?

—Nosotros hacemos hasta donde podemos y luego hay contratado trabajo las casas matrices y una empresa externa.

—¿Qué formación reciben?

—Para el mantenimiento de los aparatos nos forman las casas. Nosotros no llegamos a hacer el 100% del mantenimiento de ningún equipo. Las casas matrices son las que hacen las revisiones periódicas. Nuestro principal trabajo es que los equipos no paren pero si no somos capaces de arreglar un problema vienen los expertos de las casas matrices a resolver el problema. A veces se puede estropear algún equipo antes de una operación y hay que buscar una alternativa para que no se suspenda la actividad ese día. De los equipos vitales tenemos aparatos de reserva. Un equipo de anestesia es básico y pasa un chequeo todas las mañanas. Si se detecta un error y no está operativo para funcionar con garantías y no podemos arreglarlo en ese momento hay equipos de reserva para sustituirlo y que la actividad quirúrgica no se paraliza.

—¿Cuántos equipos hay ahora mismo en el Hospital de León?

—Uff. Desde un aparato de la tensión que ya es eléctrico hasta dos resonancias magnéticas, dos escáneres, los mamógrados de Amancio Ortega que ya están funcionando uno aquí, otro en La Condesa y otro en el Monte San Isidro, el Da Vinci... Es difícil de cuantificar porque ya hay mucho equipo electrónico dentro del hospital.

—¿Hacia dónde se dirige la especialidad de un técnico en electromedicina?

—Este año se va a celebrar el décimo primer congreso de electromedicina en Sevilla y varios de los temas que vamos a abordar están relacionados con la innovación tecnológica, física médica y, sobre todo, la ciberseguridad. Cada vez hay más equipos médicos conectados a la red, con datos de pacientes.

—¿Cómo se gestiona ahora?

—La seguridad informática depende del servicio de informática del Hospital de León y, junto con servicios centrales, tienen la responsabilidad de que no haya fugas. Todavía no están integrados todos los equipos en la red. Hasta ahora mismo, los equipos trabajan en red paralela interna que no sale. Los equipos médicos no salen a la red de la calle, es una red privada. En el Hospital hay una interconexión de aparatos que están en una red privada paralela a la red informática. Hoy en día creo que los profesionales sanitarios reconocen que la medicina y la tecnología están muy unidas. Somos dependientes de la tecnología y los hospitales han desarrollado esta dependencia de la tecnología. Cuando se da solución a un equipo que tenía problemas estamos ayudando a que el hospital trabaje al 100% y aunque sea en una mínima parte a que no se suspendan pruebas y técnicas. Es un sector con muchas posibilidades porque trabajamos junto a personal sanitario como médicos, enfermeras y auxiliares con los que intercambias conocimientos de tecnología y sanidad y hace de cada día un reto.

—Usted colabora en un proyecto de investigación con lobos marinos que va a iniciar la Universidad de León.

—Surgió por una antigua estudiante de la Facultad de Veterinaria que se puso en contacto con antiguos compañeros y profesores de la facultad. Una de las investigadora que se va a ir a la Antártida para hacer esta investigación de lobos marinos y como colaboramos con la Facultad de Veterinaria cuando nos lo solicitan de ahí surgió. Lo que van a hacer es colocar unos transmisores vía satélite en quince lobos marinos que van pegados en la piel. Tienen que aplicarles calor y sedarlos durante veinte o veinticinco minutos. Estos animales no respiran automáticamente como nosotros sino que respiran a demanda. Cómo los van a tener un tiempo sedado necesitaban un equipamiento para ventilar a esos animales. Pedimos información sobre el peso de los animales y capacidad pulmonar y les recomendamos los equipos más adecuados, que no tienen una complejidad importante. Nos pusimos en contacto con la industria y les dejó un equipo para esta investigación. Se van el mes que viene y estarán un mes. Nosotros les damos apoyo técnico.

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