«Cistierna parecía una burbuja y hoy estamos en el ojo del huracán»

«Nos confiamos. Creíamos que vivíamos en una burbuja porque el coronavirus apenas nos ha afectado en estos meses de pandemia, por eso la gente se ha relajado y ahora estamos en el ojo del huracán». Así lo ve  Juan José, el propietario del bar Moderno, uno de los pocos abiertos ayer a primera hora en Cistierna, donde tomaban café algunos vecinos que ya habían pasado por el pabellón municipal cubierto de deportes para hacerse los test de antígenos. Otros se preparaban para acudir a la cita, escalonada, organizada por orden alfabético para evitar aglomeraciones. 

Desde el lunes, cuando se conoció el importante brote y las medias excepcionales en la localidad, se ha notado un bajón en el movimiento en las calles. «En dos días ha bajado mucho», asegura Juan José. «Lo que nos pasa es por la inconsciencia de algunas personas, por las reuniones, por las fiestas sin mascarillas», dice.

 El frío desplomó el termómetro en Cistierna con temperaturas que se situaban en los seis grados bajo cero. Un frío que se coló también en el ánimo y el ambiente de un municipio que amaneció con largas colas de personas que respondían a la llamada de las autoridades sanitarias para someterse a pruebas de test masivos de antígenos. De las casi 6.000 convocados de Cistierna, Almanza, Cebanico, Crémenes, La Ercina, Prado de Guzpeña, Prioro, Sabero y Valderrueda acudieron 2.287 personas sin síntomas de enfermedad, pero las pruebas destaparon 55 positivos en covid-19, lo que supone un 2,4%. El porcentaje es el más alto de las campañas de pruebas masivas realizadas hasta ahora en la provincia, que en las tres jornadas anteriores en San Andrés del Rabanedo, Universidad de León y Eras de Renueva no alcanzaron el 1%. «Los positivos ya están en cuarentena y rastreados los contactos», aseguró ayer el gerente de Atención Primaria, José Pedro Fernández-Vázquez, que desde las carpas instaladas en el pabellón agradeció la participación de la ciudadanía, así como la coordinación con el Ayuntamiento de Cistierna, Protección Civil y el Ejército del Aire. 

 Juan José prepara un café para Mario Álvarez, de 33 años. Hace más de media hora que se hizo la prueba y su teléfono no ha sonado. «Me han dicho que si doy positivo me llamarían en media hora y no me han llamado, así que he dado negativo». Mario asegura que se ha hecho el test por precaución ante la alta incidencia. «Este aumento de contagios a lo mejor tiene que ver con esa cepa nueva, por lo rápido que han ocurrido». Asegura que la prueba es rápida e indolora. «Negarse a hacer esta prueba es un acto egoísta».

Hasta el momento, la Consejería de Sanidad de Castilla y León no ha comunicado ningún caso de la cepa británica en la comunidad.

Los equipos covid recogen los datos de los vecinos que acudieron ayer a realizarse las pruebas masivas de antígenos. JESÚS F. SALVADORES

El área sanitaria de Cistierna es, en este momento, la que tiene la incidencia más alta del virus en la provincia, según los datos que maneja el gerente de Atención Primaria. Ayer esta tasa acumulada a catorce días estaba en 851 casos por 100.000 habitantes y en 699 a siete días. «Hay que frenar esto en seco», asegura el gerente. 

«Esta situación es muy triste». La familia formada por Rosa María Sánchez Pérez, Antonio Sánchez Pérez, Alejandro Sánchez y Víctor Valerio Andrés Sánchez toman un café en el bar.  Los cuatro pasaron el virus sin apenas síntomas en octubre. Rosa María sospecha que se infectó tras quemarse una mano y acudir varias veces al centro de salud para curarse. «Tuvo que ser ahí. Después los contagié a los cuatro. Hay que tomar cartas en el asunto. Hasta ahora teníamos pocos casos y hoy estamos así».

Juan José, propietario del bar Moderno. JESÚS F. SALVADORES

Mario Álvarez toma un café tras hacerse el test. JESÚS F. SALVADORES

Preocupación

En las colas se respira preocupación y compromiso. Algunos vecinos critican las reuniones en las que no se cumplen las normas. Algunos de los positivos detectados en los dos últimos días en Cistierna se contagiaron en la celebración de un cumpleaños al que asistieron cincuenta personas. «La mayoría hace las cosas bien pero hay quien no cumple y pasa lo que pasa».

El alcalde de Cistierna, Nicanor Sen, asegura que la ciudadanía es responsable. «Lo que ha pasado es por la relajación de las medidas en estas fiestas. En verano, que tuvimos una alta afluencia de turistas, no se dio esta situación, que esperemos que sea puntual. Apelamos a la responsabilidad de la gente». Sen se mostró comprensivo con «el cansancio acumulado tras nueve meses de pandemia, pero pido a los vecinos que se cuiden para cuidar». El Ayuntamiento de Cistierna tramita doce sanciones por incumplimiento de las medidas, todas ellas, según el alcalde, de antes de las fiestas de Navidad «y ninguna a establecimientos hosteleros, de momento, son todas individuales».

«Es una pena. Todos deberíamos tener mucho cuidado y protegernos», asegura Laura García Álvarez, que  se ha trasladado desde Valmartino con la esperanza de dar negativo en las pruebas, como Mirua González, que acude «por responsabilidad, porque desde que ha aumentado la incidencia estamos autoconfinados».

Jesús del Blanco acude a las pruebas acompañado de su mujer y sus dos hijos. «No salimos casi, habrá gente que lo haga mal, pero la mayoría lo hace perfectamente».

Colas desde primera hora para hacerse los test en Cistierna. JESÚS F. SALVADORES