El proyecto utiliza la ruta desde los ochenta y el 60% de los condenados consigue la libertad
Jovénes belgas se ganan el Jubileo como alternativa a ir a la cárcel
Algunos jueces y abogados españoles son partidarios de aplicar esta medida en nuestro país
Dos personas que realizan el Camino de Santiago, durante una parada en su trayecto
El Camino de Santiago, recientemente galardonado con el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia, podría convertirse en senda no sólo para el encuentro espiritual, sino también en vía para la reinserción social. La Justicia belga así lo ha entendido y puesto en marcha con éxito, una medida que expertos españoles aprueban como manera de encauzar a la convivencia a jóvenes condenados por delitos menores. El proyecto Oikoten utiliza la histórica ruta con esta finalidad desde la década de los ochenta. El éxito de la iniciativa en Bélgica (alrededor de un 60% de los chavales que se acogen a ella consiguen la libertad) ha llevado a algunos jueces y abogados españoles a defender que el Camino de Santiago se convierta también aquí en una alternativa a la privación de libertad de jóvenes delincuentes. Aunque el marco jurídico vigente no contempla esta medida, sus partidarios confían en la posibilidad de adaptarla a nuestro sistema penal. El Decano del Colegio de Abogados de Sabadell, Manuel Hernández Martín, defiende su implantación en cumplimiento de condenas para «jóvenes de entre 16 y 21 años con la condición de que se trate de delincuentes sin antecedentes penales». Tanto Hernández Martín como el magistrado del Tribunal Supremo Joaquín Giménez García consideran que el proyecto Oikoten sería un buen referente para España. «Un dato importante de las experiencias belgas es que las expediciones son de grupos muy reducidos, de tres o cuatro chavales acompañados por un par de educadores y sin mezclar chicos y chicas», explica el juez. Para Jiménez García «lo fundamental es que el sistema jurídico ofrezca diversas opciones, no sólo la cárcel. Esto es especialmente importante en los casos de delincuencia juvenil», comenta el magistrado. Sin embargo el Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid, Pedro Núñez Morgades, no considera «adecuada» la iniciativa belga.T anto Hernández Martín como el magistrado del Tribunal Supremo Joaquín Giménez García consideran que el proyecto Oikoten sería un buen referente para España.