Diario de León

Galardón

Un millar de atrapadores de sueños

La Fundación Juan Soñador recibe hoy el Premio Diario de León al Desarrollo Social y los Valores Humanos. El inspector provincial salesiano Juan Carlos Pérez Godoy recoge el galardón en un acto presidido por Alfonso Fernández Mañueco, presidente de la Junta de Castilla y León, y Adriana Ulibarri, vicepresidenta del Diario de León.

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Por su labor con la infancia más desfavorecida no sólo en León sino de toda la Comunidad. La Fundación Juan Soñador recibe esta noche el Premio Diario de León al Desarrollo Social y los Valores Humanos en su decimocuarta edición. «En los 23 años de la Fundación hemos hecho realidad un sueño de personas a las que la sociedad cataloga como problemática pero que para nosotros son un tesoro», explica José María Blanco Alonso, vicepresidente de la Fundación.

Un millar de personas, entre educadores, antiguos alumnos, oenegés, colaboradores, colegios y residencias forman la comunidad salesiana de la que forma parte Juan Soñador, un proyecto iniciado por un leonés, Ángel Fernández Artime, que en la actualidad es el sucesor de Don Bosco. Los jóvenes que pasan por los proyectos de la Fundación —más de 4.000 desde su creación hace 23 años— oyen hablar diariamente de impulso, ilusión, sueños, transformación, prevención, educación y vulnerabilidad social. «El estilo educativo de Don Bosco es el de cercanía para que se puedan cumplir sueños y transformar realidades, que es nuestro lema».

Ante las distintas realidades que comprometen la evolución de las personas, la Fundación Juan Soñador levanta puentes educativos y sociales. Su escuela ha dado oportunidades laborales a 35.000 jóvenes de los que una media de cuarenta consigue un empleo y hacen prácticas en algunas de las 118 empresas con las que tienen convenios en toda Castilla y León.

«Este premio que nos concede Diario de León pone el foco en la infancia y la juventud que vive en desigualdad y desprotección», asegura el vicepresidente José María Blanco Alonso. «Apostar por la infancia y la juventud es invertir, no sólo con dinero, sino con tiempo y calidad»

El proyecto de la Fundación Juan Soñador estará hoy arropado por 500 personas que representan a toda la sociedad leonesa, un acto que comenzará a las 19.00 horas en el Auditorio Ciudad de León presidido por Alfonso Fernández Mañueco, presidente de la Junta de Castilla y León, y la vicepresidenta del Diario de León, Adriana Ulibarri. También asistirán consejeros de la Junta de Castilla y León, el presidente de las Cortes, Luis Fuentes, el de la Diputación, Eduardo Morán, el alcalde de León, José Antonio Diez, el rector, Juan Francisco García Marín y el obispo de León, Julián López, entre otras personalidades políticas y sociales.

La gala contará con la actuación del grupo con ritmos africanos Aba Taano, un conjunto vocal a capella con humor, pureza y profundidad de voces.

 

 

Juan Carlos Pérez Godoy recogerá hoy el premio a Juan Soñador. DL

«Ningún joven está perdido, le ayudamos a cambiar su realidad»

  —¿Juan Soñador ha cumplido un sueño en León?

—Sí, un precioso sueño. Somos hijos de un soñador, Juan Bosco, fundador de los Salesianos. Juan Soñador, efectivamente, está haciendo realidad ese sueño en León, especialmente para la juventud en peligro y en riesgo de exclusión.

—¿Qué papel tiene la Fundación Juan Soñador de León dentro del proyecto salesiano?

—Para nosotros es la expresión viva, concreta, real del compromiso de los salesianos junto con toda la familia salesiana por los jóvenes más pobres. En todas nuestras casas tenemos este compromiso, pero la Fundación lo hace de una manera singular y específica.

—¿Qué diferencia hay entre la juventud a la que iban destinados los primeros proyectos y la que atiende ahora?

—En realidad no mucha. Hoy tenemos nuevas pobrezas, pero lamentablemente siguen existiendo las antiguas, como en tiempos de Don Bosco. Seguimos acompañando a jóvenes sin hogar, sin familia, sin trabajo… Ha cambiado el contexto social, económico y laboral, pero la necesidad de acogida, de afecto, de acompañamiento, de abrir perspectivas laborales, de garantizar los derechos, de hondura espiritual siguen estando ahí en muchos jóvenes de este siglo XXI.

—¿Cuál es el mensaje que se le puede transmitir a los jóvenes que ven que la sociedad actual en crisis les ofrece pocas oportunidades laborales y sociales? —Juan Soñador transmite esperanza. Nada está perdido. Esto es algo que está en nuestras más profundas convicciones. Ningún joven está perdido definitivamente. Nosotros queremos acompañar sus sueños, transformando con ellos la realidad que les ha tocado vivir.

— ¿Qué significa para Juan Soñador y la obra salesiana el premio del Diario de León? —En primer lugar un impulso para seguir trabajando por la juventud más pobre, abandonada y en peligro. Por tanto, la renovación de nuestro compromiso fundacional. Por otra parte, nos confirma en el camino que estamos haciendo y, por tanto, nos sentimos reconocidos en la fidelidad al proyecto original. Es, en fin, un reconocimiento a tantas personas e instituciones que lo hacen posible y nos llama al agradecimiento.

—Usted es inspector salesiano ¿qué función tiene?

—Este cargo es el que en otras congregaciones llaman Provincial. Don Bosco quiso llamarle Inspector por las circunstancias políticas de la Italia de su tiempo, donde se estaban suprimiendo las Órdenes y Congregaciones religiosas. Él funda la Sociedad de San Francisco de Sales, sociedad civil a los ojos del Estado y Congregación religiosa para la Iglesia. Me toca, junto con mi consejo inspectorial, animar, coordinar, gobernar al conjunto de las 54 casas, con 545 salesianos que junto con un amplísimos grupo de seglares llevamos la obra de Don Bosco en el Centro-Norte de España.

— ¿Qué destacaría de la obra de Juan Soñador en León y qué proyecto considera que es más esencial y representativo de la obra salesiana y por qué?

—Todos los proyectos que llevamos adelante en León son significativos. ¿Y por qué?. Porque lo que los hace significativos son los jóvenes a los que atendemos, jóvenes que viven situaciones muy difíciles y necesitan ser acogidos, ser escuchados, ser acompañados, recibir afecto, abrirles perspectivas… El proyecto, de alguna manera, es indiferente, es significativo porque responde a sus necesidades. Don Bosco decía que iba adelante como el Señor le inspiraba y las circunstancias exigían.

—¿Qué proyectos inmediatos tiene para León?

—Bueno, uno piensa, ojalá no hubiese necesidad de estos proyectos para León. Eso significaría que hemos superado estas situaciones difíciles que afectan a tantos jóvenes, que lo pasan mal. Pero desgraciadamente esa nos es la realidad. Ahora estamos en un momento de discernimiento para aprovechar mejor todas las fuerzas salesianas que tenemos en León, salesianos y laicos, y poder seguir dando más calidad al trabajo educativo-pastoral que ofrecemos a los jóvenes leoneses y a los no leoneses en León.

—¿Cuántos salesianos leoneses hay por el mundo y en qué proyectos?

—Son muchos. El número exacto ahora mismo no lo tengo, pero son muchos. Trabajan en muchos y diversos proyectos, siempre con identidad salesianaen el campo educativo, en el de la exclusión, parroquias, centros juveniles y tiempo libre. Y muchos en tierras de misión ad gentes. Precisamente en la última expedición misiones, la 150º, hay un leonés al que el Rector Mayor impuso el crucifijo misionero el 29 de septiembre y va destinado a Panamá. Pero no quisiera olvidar que los proyectos salesianos en León van adelante no sólo por los salesianos, sino porque con ellos hay un enorme grupo de seglares que comparten la misión y el espíritu de Don Bosco.

—¿Cómo valora en la sociedad leonesa su relación con la Fundación Juan Soñador?

—Como inspector y presidente de la Fundación debo expresar mi profundo agradecimiento a León, a sus instituciones y a tantos leoneses que colaboran con nuestra fundación y la apoyan de diversas maneras. Sin ellos no sería posible ir adelante. Y aprovecho esta entrevista para agradecer al Diario de León esta distinción que nos ayudará a una mayor visibilidad y conocimiento de la Fundación Juan Soñador. Gracias de corazón.

 

Edgar García Alonso. FERNANDO OTERO PERANDONES

"Juan Soñador me salvó la vida"

Edgar tiene 19 años. En el centro de protección del menor Ana Mogas le hablaron de Juan Soñador y a los 13 años decidió apostar por un futuro que hasta ese momento parecía inalcanzable. «Venía los fines de semana para participar en actividades de ocio y entretenimiento y cuando cumplí los 18 años decidí dar otro paso importante, cambiar al centro Tragaluz, un piso en el que aprendí muchas cosas para llevar una vida independiente, aunque al principio me costó asumir responsabilidades como comprar, poner la lavadora o cocinar para otras seis personas».

Su afán de superación, con un sueño por cumplir y con el apoyo de la comunidad salesiana de León, le ayudó a no «elegir el camino fácil» y apostar «Juan Soñador me salvó la vida» por su futuro. «A los 18 años me pasé al programa Emancípate, otro piso compartido, siempre bajo la supervisión de los educadores de Juan Soñador. «Allí sigo, estoy estudiando un grado de hostelería, he trabajado en dos empresas de restauración y ahora quiero apostar por mis estudios, me gustaría ser educador y poder ayudar a otros niños y niñas que están pasando por lo que yo pasé». Edgar intenta dejar atrás el «miedo, la tristeza, el hambre y la angustia» pasadas para «dar a mis hijos la estabilidad que yo no tuve. A mí Juan SoFernando Otero ñador me ha salvado la vida».

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