No poder pagar un dentista es un riesgo grave para el corazón

Uno de cada cuatro leoneses ha dejado de ir al dentista porque no puede pagar los tratamientos. El presidente del Colegio de Odontólogos de León y vicepresidente del Consejo General de Dentistas, Francisco García Lorente, alerta del riesgo del abandono de la prevención de la salud bucodental e insta a la Seguridad Social a asumir parte de los tratamientos, principalmente de las familias más desfavorecidas y de las personas mayores. A las clínicas de León han dejado de ir el casi un 30% de los usuarios que acudían para revisiones y tratamientos de prevención. «Es una tendencia que observamos desde que comenzó la pandemia del coronavirus». Y advierte: «Dejar de cuidarse la boca acarrea problemas importantes de salud».

Por eso, propone que la Seguridad Social se haga cargo «bien con copago o bien ampliando su cartera de servicios» de los tratamientos más básicos y de prevención, como son las limpiezas y el sellado de caries. «Una limpieza al año oscila entre los 50 y los 70 euros, es una inversión en salud, teniendo en cuenta que por cada euro que se invierte en salud bucodental se ahorran veinte en tratamientos posteriores cuando surgen los problemas».

Lorente destaca que sólo el 2% del presupuesto del Ministerio de Sanidad va destinado a la salud bucodental. «Es uno de los países que menos invierte en atención dental. La odontología la tenemos que pagar los ciudadanos de nuestros bolsillos. Si la Seguridad Social destinada más dinero a la salud bucodental mejorará la salud de los ciudadanos. Nuestra petición es que dedique más partidas y más cuantiosas».

A las consultas de los dentistas llegan cada vez más «bocas destrozadas» por el retraso de las revisiones. «La Seguridad Social atiende a niños y a embarazadas, pero no es suficiente, hay que llegar a más población, sobre todo a las personas mayores, que necesitan un copago para las prótesis que no pueden pagar». Además, asegura que una estrategia similar a los conciertos sanitarios «o cualquier otro sistema», saldría más barato a la Sanidad pública «como la mitad menos», asegura «la gestión pública siempre es más costosa. De esa forma no habría tantos problemas de salud. Se debería aumentar las dotaciones y el número de profesionales que trabajan en la Seguridad Social, sobre todo para esos problemas básicos».

Las personas diabéticas son tres veces más suceptibles a padecer problemas de encías «y a su vez empeora el control de la glucemia». También las bacterias que se acumulan en la boca se trasladan al torrente sanguíneo «obstruyen las arterias y pueden desencadenar una respuesta inflamatoria».

Esta es la razón por la que la Fundación de la Sociedad Española de Periodoncia (Sepa) ha presentado un protocolo para potenciar el papel de las clínicas dentales en la promoción de la salud, de manera que puedan registrar la hipertensión en pacientes con perfil de riesgo o medir la hemoglobina ante sospecha de diabetes. «Este protocolo mejora la calidad de la boca, ayuda a diagnosticar enfermedades y la derivación al médico de cabecera antes de que sea demasiado tarde».

Este documento, avalado por sociedades científicas y médicas y presentado por el presidente de la Sepa, José Nart, supone una «innovación mundial» que se pondrá a disposición de las 23.500 clínicas dentales que hay en España, a las que en 2021 acudió, al menos una vez, el 55% de la población española entre 20 y 74 años, entre los que se encuentran 17 millones de hipertensos y 5 millones de diabéticos de los que prácticamente la mitad están sin diagnosticar, informa la agencia Efe.

«En la provincia de León hay 330 dentistas que podrían cribar una enfermedad que está empezando», asegura el presidente de los dentistas de León.

El presidente de la Sepa prevé que la estrategia se implemente en toda España en 2023, empezando por la Comunidad de Madrid. A primeros de noviembre el Consejo General de Dentistas se reunirá para estudiar la difusión de esta herramienta en las clínicas dentales del territorio nacional.

Con este protocolo se trata de que las miles de personas que se consideran sanas y acuden regularmente a las clínicas dentales puedan descubrir, con unos simples pasos del equipo odontológico, si padecen una hipertensión arterial oculta o un diagnóstico precoz de diabetes

«No se trata de que los dentistas diagnostiquen enfermedades como la diabetes o la hipertensión, que no les corresponde» precisa a la agencia Efe el coordinador de la iniciativa Promosalud, el odontólogo Miguel Carasol, «sino de que las clínicas dentales puedan registrar parámetros de cribado que luego deberán interpretar y corroborar los especialistas correspondientes».

Aval del Consejo

La iniciativa cuenta con el aval del Consejo General de Dentistas, la Sociedad Española de Cardiología, la Sociedad Española de Diabetes y la Sociedad Española de Hipertensión y recomienda un primer control de hipertensión o diabetes a personas de 18 años, revisión cada 3-5 años a la franja de 19 a 39 años y anual a partir de los 40.

Además aconseja este cribado a las personas de riesgo, pacientes con más de 45 años, antecedentes de enfermedad cardiovascular o diabetes gestacional previa, y en cualquier edad si se tiene obesidad o la mujer planea un embarazo.

El protocolo también requiere que en la historia clínica odontológica y médica queden registrados factores de riesgo como tabaquismo, alcohol, tipo de dieta, actividad física y nivel de estrés.

Con esos resultados se elabora un informe que el paciente podrá trasladar a su médico de familia, endocrino o cardiólogo.

Según el coordinador de la iniciativa, se trata de un protocolo sencillo, no invasivo y que requiere poco tiempo de los profesionales, además es económico de implementar.