Diario de León

Tribuna | Digamos la verdad sobre el «rescate bancario»

Publicado por
Yawar Nazir Alonso | Doctor en derecho financiero y tributario. MBA IE
León

Creado:

Actualizado:

Una vez que los miembros del nuevo Gobierno han tomado posesión y celebrado su primer Consejo de Ministros, creo que ya es el momento de abrir la veda para analizar el impacto de las medidas propuestas en Coalición Progresista. Un nuevo acuerdo para España, siendo la primera que voy a abordar, su razonamiento sobre un plus de tributación que se avecina para el sector bancario, con respecto otros sectores.

Si bien, descafeinado, ya que no se realizan en el citado documento manifestaciones escuchadas recientemente como que los bancos deben devolver a la sociedad lo que de ella han recibido en forma de ayudas, quiero insistir, como ya he hecho en estas mismas páginas, que no ha habido de ninguna manera un rescate bancario, sino que en realidad se ha tratado de un rescate de las cajas de ahorro o más bien de sus empleados y depositantes. Ya en su momento, afirmaba que semejantes declaraciones no podían ser proferidas más que por mala fé o por desconocimiento de la realidad. Les confieso que lo decía por cortesía, por cuanto no tenía la más mínima duda de que con la reiterada manipulación del lenguaje se pretende tapar el desastre de la gestión de las cajas de ahorro, la banca pública.

Todas las ayudas financieras fueron a parar a las citadas entidades, excepto al Banco de Valencia, perteneciente a Bancaja y Banco Gallego del grupo Nova Caixa Galicia. La pésima gestión la ha pagado el contribuyente y los bancos indirectamente a través del Fondo de Garantía de Depósitos (2.250 mill. de euros incialmente más 9.937 mill. adicionales en ayudas a la recapitalización, que junto con las garantías aportadas, supera los 21 mil mill. de euros), que se financia con las aportaciones del sector.

Así, Caja España-Duero, en 2010 recibió 525 mill. euros de ayudas del FROB (Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria), devolviendo sólo los intereses, 82 mill. de euros. Estas ayudas se perdieron todas con la conversión y reducción de capital a cero en 2013, volviendo a aportar el mismo organismo ayudas por valor de 604 mill. de euros, las cuales sí fueron devueltas, más sus intereses, en 2017. También en 2013, Sareb (Sociedad de Gestión de Activos procedentes de la Reestructuración Bancaria) adquirió por 3.137 mill. de euros, activos tóxicos con un valor contable de 6.512 mill., que todavía está intentando vender. A todo esto hay que añadir las inmensas pérdidas, 274 mill. de euros de quita que sufrieron los tenedores de instrumentos híbridos, tanto particulares como sociedades, acrecentado por la ecuación de canje en acciones de Unicaja y las garantías por resoluciones judiciales adversas. Les ahorro la lectura de las 204 páginas de 10 años del FROB 2009-2019. Una década para la estabilidad financiera, en donde no verán ni una sola ayuda a la banca privada. Cotejen especialmente las páginas 128-135 en relación a la caja de ahorros que pudo hacer de León la capital financiera de Castilla y León.

Derroches injustificados, como celebrar un Consejo de Administración en Nueva York, acompañantes incluidos, son una gota en el mar en terminos económicos. El mayor problema del sector derivaba de la laxitud en la concesión de préstamos, así como criterios dudosos de valoración, sobre todo relacionados con la promoción inmobiliaria. Una vez vencidos y no pagados, en vez de clasificarlos como non performing y proceder a provisionar las cuentas oportunamente, se refinanciaban haciendo la bola cada vez más grande. A ello se añade que al no tener accionistas, apelaron al mercado a través de deuda subordinada, cuotas participativas o participaciones preferentes, con las consecuencias sabidas. Hay que señalar que el gobierno Zapatero miraba para otro lado después de haber nombrado un gobernador del Banco de España sin el necesario perfil técnico.

Aún así hay entidades que han sobrevivido y actúan actualmente como bancos, pero con unos ratios muy por debajo de la media del sector. A modo de ejemplo, Caixabank tiene uno de los peores ratios de eficiencia (costes sobre ingresos), así como Unicaja en rentabilidad sobre recursos propios, lo que se ha reflejado en una cotización con un descuento de hasta el 70% sobre su valor en libros. Ojo, no digo que no sean solventes, ya que poseen un adecuado, incluso alto nivel de capital, sino que no son ni eficientes, ni rentables. Ningún problema para sus clientes, muchos en el futuro para sus empleados.

Ahora bien, que ningún banco privado haya recibido un solo céntimo de ayuda pública no quiere decir que los bancos hayan capeado la crisis sin problemas, ya que a excepción de Bankínter, han tenido que realizar sucesivas ampliaciones de capital, que han sido suscritas por sus accionistas, cuya inmensa mayoría son pequeños ahorradores a través de Fondos de Inversión o de Pensiones. También tuvieron problemas de morosidad, pero mucho más limitados, ya que sus consejeros no eran nombrados por políticos y ya venían comidos, viajados y estudiados de casa.

A modo de ejemplo de la dilución ocasionada con las ampliaciones de capital, del Banco Santander, propiedad de la familia Botín en menos de un 1%, circulan hoy 16,6 mil mill. de acciones, mientras que en 2007 tenía 6,25 mil mill. Es decir, 2,65 veces más que al inicio de la crisis. Mientras que sus resultados son menores, tiene que repartir entre más accionistas, por lo que su beneficio por acción en 2018, que era de 0,440 euros, compara con los 1,332 euros de 2007, justificando que cotice en torno a 3,60 euros, frente a los 14,8 de entonces. Lo mismo para el Banco Sabadell, que ha multiplicado su número de acciones por 4,78, por lo que su beneficio por acción ha bajado un 92,2%, de ahí que cotice hoy alrededor de un 1 euro, frente a 9 en 2007. Esto ha pasado también en Europa, así el índice Euro Stoxx Banks ha perdido el 80% de su valor desde su pico de 2007.

Siendo cierto que la banca no es el sector que cuente con el mayor favor del público, la situación del sector es delicada debido sobre todo a los tipos de interés negativos. Los bancos tienen que depositar en el Banco Central Europea su exceso de liquidez pagando el 0,50% como penalización, por eso se adaptan al nuevo entorno cobrando los depósitos de cierta entidad, incluso de 100 mil euros, a las empresas y en banca privada a clientes particulares. Es como si el propietario de un inmueble tuviese que pagar todos lo meses a su inquilino por el hecho de haberlo alquilado.

Añadan a ello la presión regulatoria del BCE para que alcancen altos ratios de capital, mostrando, por otra parte, su preocupación por los bajos retornos sobre el mismo. Ello va a obligar, junto con la nueva tecnología y costumbres, a nuevos EREs y cierres de oficinas, pese a que en algunos sitios, como en Castilla y León, tengamos el mismo número que hace 42 años. Otra ronda de fusiones hará que queden menos entidades que vicepresidentes del gobierno.

Y en esta situación se pretenden incrementar los impuestos a la banca más que a otros sectores, lo cual creo que no está justificado de ninguna manera. Si pagan en el Impuesto sobre Sociedades igual los fabricantes de armas, destilerías, juego o tabaco que El Corte Inglés o Mercadona no veo por qué los bancos tienen que ser diferentes. Máxime cuando el motivo que se esgrime, como he apuntado anteriormente, está alejado de la verdad.

En fin, terminada la Navidad, parece que empieza el Carnaval sin solución de continuidad, sobre todo si nos atenemos a las afirmaciones de ministros, como el de consumo, «Cuba es el único país cuyo modelo de consumo es sostenible»*. Pensaba que afirmaciones como que «el dinero público no es de nadie» eran insuperables. Esperemos que el Carnaval no concluya pronto en Viernes de Dolores.

*El tweet es de 2012 y ha sido borrado. Si alguien todavía se siente con ganas de escuchar perlas similares, puede ver la página web de Attac, grupo del cual el Sr. Garzón es miembro del consejo científico. https://www.attac.es .

tracking