La Ciuden estudia colaborar con otros países para sacar adelante los proyectos comerciales de oxicombustión

Aunque la caída de los precios del CO2 complica la financiación de la planta de oxicombustión de Endesa en Cubillos del Sil, el director técnico del Centro de Desarrollo de Tecnologías de Captura de CO2 (es.CO2), Pedro Otero, aseguró hoy que eso «no pone en peligro» los proyectos comerciales y que dentro de los planes de la Fundación Ciudad de la Energía (Ciuden) «está también explotar la posibilidad de colaboración con entidades de otros países».

«Los proyectos comerciales se van a poder desarrollar con empresas de generación eléctrica y con empresas que tengan interés en comercializar el carbón como combustible limpio, podemos decir , en ese sentido, Alemania, Polonia, Australia, Colombia o los Estados Unidos, que tienen una gran capacidad de producir carbón y quieren utilizarlo de manera limpia», apuntó Otero.

Es necesario que la Comisión Europea (CE) ponga más recursos a disposición de los proyectos de captura y almacenamiento de CO2 si quiere mantener sus objetivos en esta materia y que en el 2050 el 98 por ciento de la energía que se genere esté libre de carbono. En opinión de Otero, esos problemas económicos y financieros son coyunturales y retrasaran el desarrollo de las plantas comerciales, que «no estarán quizás en el 2015 pero sí un poco más tarde», permitiendo que las inversiones se realicen «con una base de desarrollo tecnológico más asentada».

Tecnología más madura

«Nosotros tenemos nuestros planes de trabajo para viabilizar las tecnologías en marcha y con unos programas apretadísimos, si tenemos más tiempo la tecnología estará más madura, se resolverán más problemas y será beneficioso», puntualizó el director técnico.

Así, insistió en que los trabajos experimentales de la Ciuden en el es.CO2 de Cubillos van «en paralelo» a la fase dos del proyecto Compostilla que desarrolla conjuntamente con Endesa y que «es útil» en cualquier momento que se produzca la decisión de las empresas que van a utilizar esa tecnología de captura y almacenamiento.

«Estas cuestiones coyunturales no le quitan ninguna validez a la opción tecnológica por la que España ha apostado, es más creemos que la refuerza porque nos va a dar más tiempo para poder experimentar y poder llegar a reducciones de costes mayores», subrayó Otero, quien destacó que la Ciuden tiene financiado por la CE prácticamente al cien por cien su centro experimental de oxicombustión, además de contar con las ayudas europeas de otros siete programas de I+D, que «proporcionarán trabajo a este centro hasta el 2015». «Seguimos trabajando porque queremos ser el centro de referencia en tecnologías de captura en Europa por oxicombustión, no nos preocupa el futuro inmediato», insistió.

Otero entiende que los retos de tipo económico y financiero entran dentro de la problemática normal de este tipo de tecnologías, como lo son los retos tecnológicos, de percepción social y de tipo legal. Así, reconoce que son insuficientes los recursos obtenidos con la venta de los 200 millones de derechos de emisión que la CE pone a disposición de los ocho proyectos de captura y almacenamiento y otros 32 de renovables.

«Es el producto de multiplicar 200 millones de derechos por el precio de cada derecho que, si son siete euros, dan 1.400 millones de euros que divididos solamente entre ocho ya no llegan a los 300 millones por proyecto, y es el mínimo que necesitan los proyectos de captura», aclaró.

Derechos de autor

El director técnico del Centro del Centro de Desarrollo de Tecnologías de Captura de CO2 (es.CO2) realizó estas declaraciones en el marco de la reunión de la asamblea general de la Infraestructura Europea de laboratorios de Captura y Almacenamiento de Dióxido de Carbono (ECCSEL) en Cubillos del Sil. Un encuentro en el que participaron una treintena de representantes de diez países europeos que forman parte de esta ‘network’, entre los que se encuentra el presidente de la Junta Directiva y coordinador de ECCSEL, el noruego Nils Anders Rokke.

«Vamos a hablar de cómo vamos a coordinarnos en estos temas de cambio climático y para la seguridad del suministro eléctrico», apuntó Nils Anders Rokke. A este respecto, el director del programa de Almacenamiento de CO2 de la Ciuden, Modesto Montoto , destacó que la Unión Europea quiere potenciar «al máximo» las posibilidades de investigación en captura, transporte y almacenamiento del dióxido de carbono.

Así, destacó que no será un centro o un laboratorio único sino «un conjunto de centros europeos con unas complejidades tremendas desde el punto de vista financiero, de gobernanza pero también de propiedad intelectual».

Para Montoto, el tema de la propiedad intelectual supone entrar en cuestiones legales «muy interesantes». «Estamos generando unas tecnologías que tienen un valor en el mercado y estamos abriendo nuestros laboratorios a otros competidores con nosotros», apuntó el responsable de la Ciuden, quien insistió en la necesidad de afrontar esos problemas para garantizar la buena marcha de esta red europea -en la que participan 14 países- «de grandes laboratorios con fortísima investigación y desarrollos tecnológicos de alto nivel».