Floriano se pregunta qué habría dicho el PSOE si el PP hubiera pactado con un acosador
El vicesecretario general de Organización del PP, Carlos Floriano, se preguntó hoy qué habría dicho el PSOE si los 'populares' hubieran pactado con un condenado por acoso sexual como el exalcalde de Ponferrada Ismael Álvarez. Por ello, acusó de «doble moral» a los socialistas, que luego se erigen en portavoces del feminismo.
En su intervención en la clausura de la Junta Directiva Autonómica del PP de Baleares, Floriano pasó revista a los diversos conflictos que han surgido últimamente entre la dirección del PSOE y sus federaciones autonómicas para concluir que el PP es «el único partido capaz de vertebrar un proyecto nacional» y de entender que la pluralidad de España forma parte de su «fortaleza» como país.
Para el dirigente 'popular', el PSOE no es capaz de hacerlo, como a su juicio demuestra la iniciativa de los socialistas navarros de pactar con Bildu en lugar de con UPN, pasando las líneas rojas que fijó su secretario general, Alfredo Pérez Rubalcaba, «porque no le hacen ni caso».
Lo mismo ocurriría con el PSC, que «hace caso omiso» de las directrices de Rubalcaba y apoya la consulta soberanista, y con las delegaciones del partido en Madrid y Castilla y León, que reclaman a la dirección federal elecciones primarias internas o directamente le están «enseñándole siempre la puerta de salida».
Por último, Floriano puso el ejemplo de Ponferrada, donde el PSOE pactó una moción de censura con el exalcalde popular Ismael Álvarez, condenado por acoso sexual hace once años, con el objeto de gobernar el municipio berciano, aunque finalmente el nuevo alcalde y siete concejales socialistas abandonaron el partido para mantener sus puestos como independientes, tras exigirles Rubalcaba que escogieran entre uno y otros.
A este respecto, el vicesecretario general popular se preguntó «¿qué habría dicho el PSOE si el PP hubiera pactado con un condenado por acoso sexual, cuántas vestiduras se habrían rasgado?». A su juicio, «es lamentable» que el partido que luego se erige en portavoz del feminismo actúe con esta «doble moral» cuando les mueven a ello intereses políticos.