La Junta ataja el temor a la avispa asiática: el nido es de crabro y sin presencia

maría carro | ponferrada

No hay constancia de la presencia del avispón asiático en el Bierzo y el nido encontrado hace tan sólo unos días en una vivienda de San Juan de Paluezas (Borrenes) no es de vespa velutina, sino de vespa crabro. Así lo confirmaron ayer tanto el director general de Producción Agropecuaria e Infraestructuras Agrarias de la Consejería de Agricultura de Castilla y León, Jorge Llorente; como el Servicio de Sanidad y Producción Animal de la Delegación Territorial de la Junta en León. El primero, en declaraciones directas a este periódico. El segundo, a través del presidente de la Asociación Berciana de Agricultores, Francisco Prada, quien recordó que es el tercer caso de falsa alarma que se produce en la comarca y aseguró no entender qué tipo de intereses puede haber detrás de ello, máxime cuando se trata de un asunto tan sensible para el sector apícola.

«No se ha localizado ningún ejemplar de vespa velutina. Se puede decir categóricamente». Así de tajante de mostró el director general de Producción Agropecuaria, que además informó de que en la provincia de León y después de las suspicacias surgidas tras las aparición de este último nido, se decidió ampliar quince días más la colocación de la red de trampas, por lo que aún hoy están en funcionamiento sin haber arrojado dato positivo alguno. «Son trampas homologadas, con un líquido atrayente homologado y que se supervisan cada quince días. Cuarenta en total en toda la provincia y en ninguna de ellas ha caído un solo ejemplar de vespa velutina. En otras provincias, como Burgos, han caído más de 300 ejemplares, lo que quiere decir que sí están, caen», afirmó Llorente, explicando que además de en Burgos, se ha detectado también una presencia «anecdótica» en Herrera de Pisuerga (Palencia).

El director general de Producción Agropecuaria e Infraestructuras Agrarias quiso dejar claro también que el papel de la Administración regional es totalmente activo en este sentido y el objetivo de la red de más de cien trampas instaladas en toda la comunidad, un dispositivo «pionero en España», es precisamente evitar la incertidumbre en el sector y mantener un control para anular el temor de los apicultores. Aseguró también que la identificación de nidos primarios como el localizado en el municipio de Borrenes no es tan sencillo como el análisis de un nido secundario y que «es todavía más difícil» si ese nido ha sido retirado del lugar en el que fue encontrado, ya que es imposible localizar ejemplares adultos. Su análisis depende también del estado de conservación. «Al no estar las madres, las larvas pierden calor y se estropean», explicó Llorente, argumentando así el retraso en la identificación del nido.

El responsable de Producción Agropecuaria pidió, por lo tanto, «tranquilidad» para los apicultores dado que nada demuestra que en el Bierzo haya vespa velutina y que los datos que se manejan son totalmente objetivos. También pidió que de localizarse un nido sospechoso, no se retire del lugar. Una versión, la del resultado negativo, confirmada poco después por el Servicio Territorial de León, que en conversación directa con el presidente de Aberapi le confirmó que el nido localizado «es de vespa crabro», dijo Prada. «Hay que ser prudente», añadió.