El director de Roldán garantiza el empleo con la nueva línea que operará desde abril

maría carro | ponferrada

Dos millones de euros. Esto es lo que ha invertido el grupo propietario de Aceros Roldán en la modernización de la línea de producción de acabados de uno de los talleres. Una inversión que tendrá continuidad en el tiempo porque la idea de la dirección es ir renovando los equipos para crear una «industria 4.0», según confirmó ayer el director de la factoría, Jorge Rodríguez, a este periódico. Él mismo aclaró que no están previstas variaciones en la plantilla ligadas a la puesta en funcionamiento de la nueva línea de producción y que los quince operarios que actualmente trabajan en el taller objeto de la modernización seguirán en la empresa pero con una encomienda diferente, fundamentalmente de control del proceso. De hecho —aseguró— «modernizar los talleres lo que hace es garantizar la continuidad de los puestos de trabajo. Si no hacemos esto, no vamos a poder competir».

La producción en línea para los procesos de acabados de producto largo incluye otra característica y es que las máquinas están valladas, lo que impide que el trabajor acceda directamente a las partes móviles. Todo está controlado mediante sensores, lo que redunda —defendió el director— en una mayor seguridad. Además de la seguridad, la automatización es el segundo motivo de la reconversión, de tal forma que cada máquina le ofrece a la siguiente información sobre el producto que le entrega y ello garantiza la calidad del resultado. Por último —añadió Jorge Rodríguez— está la reducción de costes que permite obtener mayor competitividad en un momento en el que la producción es baja, pero que —garantizó— no es el objetivo prioritario.

«Si el único objetivo fuera hacer el coste lo más barato posible, con eso no ganaremos la guerra. Un coste competitivo, siempre es bueno; pero hace falta que le demos algo más. Tenemos que dar al producto calidad a un precio adecuado y un buen servicio, es decir, un plazo de entrega corto», defendió el director de la fábrica de acero de Santo Tomás de las Ollas. Todo ello será posible con la nueva línea que entrará en funcionamiento a finales de abril.

Baja producción

«A nosotros lo que nos afecta al número de trabajadores no es que modernicemos las instalaciones, es la falta de pedidos y lo que tenemos ahora es una falta de pedidos (...); pero aún así yo no espero ninguna medida dramática», garantizó el máximo responsable de Roldán, explicando que ahora mismo el nivel de producción es similar al del segundo semestre del pasado año. «Este mes embalamos 7.200 toneladas», cifró, explicando que en el primer semestre de 2016 fueron alrededor de 9.000 toneladas.

«El año pasado estuvimos trabajando aproximadamente al 60% de nuestra capacidad y en el segundo semestre tuvimos menos pedidos que en el primero. 2017 ha empezado con precios estables pero con una producción baja», ahondó, añadiendo nuevas cifras para demostrar la situación en cuanto a volumen de pedidos. «En el año 2006, cuando hicimos el máximo de producción, embalamos 140.000 toneladas de acero; mientras que el año pasado fueron 88.800. Ello permite hacerse una idea del nivel al que estamos de producción».

Con todo ello, el futuro de la fábrica de acero berciana pasa por adaptarse a los nuevos tiempos. «Está previsto continuar, seguir adaptando cosas nuevas. Esto ha afectado a un taller y tenemos ocho, cuatro de ellos de acabados que requieren estar al mismo nivel. Tendremos que poner en marcha inversiones para los otros productos de los siguientes talleres, pero primero vamos a dejar rodar la nueva línea, ver si cumple con los objetivos de incrementar los pedidos y después hablaremos de más inversiones con la dirección general, seguro», explicó Jorge Rodríguez.