Diario de León

«Ponferrada está declinando y tenemos que reaccionar»

MANUEL RODRÍGUEZ | Pregonero de la Feria del Libro de Ponferrada

Manuel Rodríguez, el pasado sábado en Ponferrada. L. DE LA MATA

Manuel Rodríguez, el pasado sábado en Ponferrada. L. DE LA MATA

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C. FIDALGO | PONFERRADA

Abrió en la vieja Academia Mercurio un centro pionero en la enseñanza del turismo, luego convertido en escuela oficial. Y de ahí pasó Manuel Rodríguez perito mercantil nacido en Matarrosa, a dirigir la Concejalía de Cultura de Ponferrada entre 1995 y 2007. Acostumbrado a buscar pregoneros para la Feria del Libro, a sus 81 años ahora es él el elegido para recuperar una figura que se había perdido

—Estamos en un país donde un porcentaje muy elevado de la población reconoce que no lee un libro al cabo del año.

—Lamentablemente es así. Tenemos que empujar entre todos. Y los libreros son los que más empujan para que el libro esté al alcance de todos y todo el mundo lea. Porque los libros son pozos de sabiduría y de conocimiento que nos trasladan otros y no podemos desaprovecharlo.

— ¿Qué le parece el libro electrónico?

—Pues tengo que decir que no los utilizo. Y como los desconozco no puedo hablar de ellos.

—En este mundo digital en el que nos sumergimos, ¿Internet y las redes sociales ayudan a difundir la cultura popular o la sabiduría está en otra parte?

—La sabiduría está en todas las partes. Lo importante es que sepamos aprovecharnos de ello. De lo que otros saben para que nos lo pasen y nosotros podamos pasarlo también. El ser humano es un ser transmisor. Recibe y tiene que entregar.

—El soporte es lo de menos. Lo importante es el contenido...

—Sí. Lo fundamental es el contenido, aunque el soporte tiene importancia. Si a mí me faltara el periódico estaría perdido. Lo necesito todos los días.

—¿Y qué le parece que el papel retroceda, se cierren quioscos y se edite en digital?

—Me parece lamentable. Pero yo creo que el papel va a durar muchos años todavía.

—Adelántenos alguna idea de su pregón.

—Le agradeceré a los libreros la gentileza de elegirme pregonero de la feria. Son los artífices y los mediadores para que el papel impreso llegue a la gente. Voy a recordar a un alumno que tuve muy bueno; Valentín González Carrera. Un hombre muy inteligente que ha dicho muchas cosas sobre el libro, como que tocar un libro encuadernado en piel de becerro con estampaciones doradas, recoger sus secretos, es mucho más poderoso que contemplar el escote de Naomi Campbell, decía. Y los libreros realizan un papel muy importante, porque donde no hay cultura hay barbarie.

—Aquella Ponferrada en la que fue usted concejal de Cultura fue la que abrió el Teatro Bergidum, el Museo del Ferrocarril y el de la Radio, y que arregló el Castillo. ¿Se puede recuperar ese dinamismo?

—Debe recuperarse porque veo que Ponferrada está declinado a todos los niveles, cultural, económico, comercial, vemos los establecimientos cerrados. Y tenemos que empujar entre todos para que Ponferrada vuelva a ser lo que fue en el pasado. Mientras tanto lo estaremos lamentando y es triste. Cuando paseo por La Puebla y veo los comercios cerrados, qué pena y qué lamentable... Tenemos que empujar entre todos para que Ponferrada reaccione.

—¿De qué se siente más satisfecho y qué le quedó por hacer como concejal de Cultura?

—No se logra todo lo que a uno le gustaría, pero terminé contento. Los alcaldes que tuve nunca me negaron nada a mi Concejalía. Si no hice algo fue porque no fui capaz de hacer más. Tanto Carlos como Ismael siempre me apoyaron y les quedé muy agradecido. Lo que pasa es que llegó un momento, aunque ellos no me lo pidieron, en que consideré que era una etapa ya cumplida y había que dejarlo. Y tuve la fuerza de dejarlo, aunque no le voy a ocultar que me costó mucho. A uno le llena de satisfacción que la gente te vea, te diga adiós e incluso que te quieran. Y yo me siento querido por la ciudad de Ponferrada. Ese es el ejemplo que dejas a tus hijos.

—Cuando usted era concejal de Cultura había pregonero en la Feria del Libro y ahora esta figura se recupera. ¿Le gustaría que sentara precedente y tuviera continuidad?

—En aquella etapa pasó por Ponferrada lo menor de la intelectualidad española. Los mejores escritores los tuvimos aquí. Y por eso les reconozco el apoyo económico a los alcaldes que tuve para poder traerlos. Por eso Ponferrada disfrutó del arte y de la palabra de los artistas que vinieron a visitarnos. Así que debe mantenerse la figura del pregonero. Si hacen caso de mí, lo harán.

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