Diario de León

El retraso en el Ponfeblino se cobra su primer proyecto empresarial

La iniciativa para reparar vehículos en los talleres de Villablino se esfuma por la lentitud administrativa.

Un tramo de la histórica línea ferroviaria entre Ponferrada y Villablino. DL

Un tramo de la histórica línea ferroviaria entre Ponferrada y Villablino. DL

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maría carro | ponferrada

La velocidad excesivamente lenta con la que la Consejería de Fomento y Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León está resolviendo la concesión administrativa de las infraestructuras ligadas al histórico tren Ponferrada-Villablino ya tiene consecuencias importantes. La empresa catalana que había apostado por recuperar los talleres de Villablino para reparar trece coches de viajeros que formarán parte de un tren turístico francés ha tenido que decir adiós al proyecto por no poder disponer de los talleres. Parte del mismo lo ejecutará en Lérida, pero la parte que iba a desarrollarse en Laciana se hará, finalmente, en Francia. De este modo, se pierden entre 300.000 y 400.000 euros que dicha empresa estaba dispuesta a invertir en los talleres de Villablino y que podrían ser el punto de partida del ansiado Ponfeblino.

El valle del Sil pierde, así, un proyecto concebido como la base de algo mucho más ambicioso. La idea de la empresa no era hacer algo puntual y abandonar los talleres, sino empezar por el proyecto francés —de un año de duración y que permitiría la creación de entre diez y quince empleos en la zona— y ligar proyectos sucesivos que no sólo repercutirían en el territorio en términos económicos, sino también de cultura ferroviaria. Es decir, mostrar a la gente que hay un futuro real si el Ponfeblino se convierte en una realidad.

«Nosotros somos un taller homologado por el Ministerio de Fomento y certificado por Adif para realizar revisiones de material ferroviario. Somos como una ITV de ferrocarriles y queríamos homologar también el taller de Villablino para efectuar cierto tipo de reparaciones en vehículos de ancho métrico, que es el ancho de vía que tiene el ferrocarril de Ponferrada a Villablino», explicó uno de los responsable de la empresa catalana promotora no sólo de este proyecto, sino comprometida con el propio desarrollo del Ponfeblino ya desde 2009.

La ventaja que los talleres de Villablino proporcionaban a esta compañía en al ejecución de la reparación de los trece vagones es que están pegados a la vía. Por eso apostaron por hacerlo aquí. «Teníamos una facilidades mayores en Villablino porque tiene una línea de ferrocarril al lado, pegada, en la cual se pueden ensayar los vehículos una vez que están reparados», afirmó el promotor, insistiendo en que «el ferrocarril ofrece importantísimas oportunidades, no solamente turísticas, sino también a nivel industrial y de desarrollo de proyectos de investigación». Sin ir más lejos, esta empresa catalana tiene como socio tecnológico «a una de las grandes empresas gasistas de este país, que también se ha comprometido a hacer cosas con nosotros en ese ferrocarril y, de hecho, estamos desarrollando proyectos relacionados con el gas natural y la tracción ferroviaria», explicaron fuentes de la compañía.

En resumen, el proyecto del Ponfeblino ha perdido una oportunidad de oro para fijar los cimientos de su desarrollo y lo ha hecho por el retraso acumulado en la tramitación administrativa por parte de la Consejería de Fomento, que incluso habiendo desgajado de la concesión general el expediente relativo a los talleres de Villablino ha acumulado un retraso insostenible para la empresa que había apostado por esas instalaciones como «el centro neurálgico y técnico» del ferrocarril turístico del valle del Sil.

«La junta se comprometió a segregar el expediente de Villablino del resto de la línea en un plazo lo más breve posible y ese plazo se ha ido alargando. La semana pasada, al no producirse ninguna novedad, nosotros tuvimos que renunciar a ejecutar el proyecto allí porque, entre otras cosas, el cliente exigía ver las instalaciones en las que se iba a realizar y no se las hemos podido mostrar de forma oficial», explicaron.

Con ello no sólo se pierde la inversión prevista para la adaptación de los talleres y la recuperación de un tramo de vía, sino también material que la empresa estaba dispuesta a dejar allí para su uso en el marco del Ponfeblino. «Íbamos a adquirir una serie de vehículos y bienes que se iban a quedar allí para desarrollar todo el proyecto turísticos. Ahora, cuando se tenga que desarrollar, los tendrán que adquirir propios», explicó el responsable de la compañía catalana.

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