Un centro de reproducción del depredador como idea de negocio

De momento, las dosis de Torymus sinensis se pedirán a Francia e Italia, pero la pretensión de la Mesa del Castaño del Bierzo es crear aquí un centro de reproducción o multiplicación que no solo permitiría ahorrar costes, sino también generar ingresos mediante la venta de dosis a otras zonas. Es un proyecto incipiente para el que la Mesa del Castaño ya ha reservado una partida económica en sus presupuestos, pero que no será una realidad «hasta dentro de tres o cuatro años», explicó el director del organismo, Pablo Linares.

Tener producción propia del depredador de la avispilla no es sencillo, entre otras cosas porque no se puede hacer entre las cuatro paredes de una laboratorio. Es un trabajo de campo, ya que la población de Torymus debe desarrollarse en un soto y este tiene que cumplir con unas condiciones específicas. De ahí, que el proceso esté todavía en su fase incial. Tan siquiera se ha determinado la ubicación, pero mientras se busca, la Mesa del Castaño ha comenzado a reservar recursos para poder invertirlos en cuanto sea posible.

Con un centro de estas características en la comarca, el ahorro será muy importante, teniendo en cuenta que, aunque el proceso de control biológico tiene una duración estimada de seis o siete años hasta que da resultados, más allá de este plazo habrá que hacer sueltas de refresco. Habrá ahorro y también ganancias si ve exporta el parasitoide. No sólo serán necesarias instalaciones para poder gestionar las dosis recogidas de los sotos, empaquetarlas y enviarlas a su destino; sino también trabajadores. Eso sí, se trata de «un nicho de negocio temporal», apuntó Linares.