Diario de León

Promonumenta sale al rescate del convento de Cerezal de Tremor

Hacendera conjunta con el Ayuntamiento de Torre en las ruinas para el mes de octubre

Imagen de archivo de la torre del conveno. ÁLVAREZ

Imagen de archivo de la torre del conveno. ÁLVAREZ

Ponferrada

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Por Cerezal de Tremor, el punto más bajo de los Montes de León, «pasó la cultura, la religión, las guerras y las repoblaciones», escribe el cronista Tomás Álvarez. No en vano, entre las ruinas de la población en la linde del Bierzo Alto con La Cepeda, abandonada cuando la minería dejó de darle fuelle, sobresalen los últimos restos del convento de Santa María Magdalena, vinculado a los franciscanos, que en la Baja Edad Media también fue hospital de peregrinos: una torre cubierta de hiedra muy cerca del río Tremor.

Convertida en una de las ruinas más olvidadas del patrimonio berciano, los voluntarios de la asociación Promonumenta la han incluido en el listado de lugares que merecen una hacendera y en el mes de octubre tienen previsto desplazarse al pueblo en ruinas para desbrozar los restos, en una actividad organizada en colaboración con el Ayuntamiento de Torre del Bierzo, como ya hicieron este verano con otro lugar borrado del mapa como Santibáñez de Montes, también en los Montes de León.

Cerezal fue el punto de salida del Bierzo del Conde Gatón cuando cruzó el Manzanal para repoblar La Cepeda y la ciudad de Astorga, allá por el año 853. Y Cerezal aparece citado en el libro del monje Hermann Kuning, que cruzó los Montes de León a finales del siglo XV y al que muchos consideran el autor de la primera guía del Camino de Santiago.

El monasterio, que llegó a acoger a una veintena de religiosos, cuenta Tomás Álvarez, incluido un organista, cuando el marques de la Ensenada realizó en 1753 su catastro —entonces solo había nueve vecinos en el pueblo— inició su declive con la desamortización en las primeras décadas del siglo XIX, como le ocurrió a otros centros religiosos. Mientras el monasterio languidecía, la minería del carbón le daba una nueva a Cerezal de Tremor con la proliferación de explotaciones en el Bierzo Alto. Pero acabado el carbón, se acabó también el pueblo y hoy las ruinas del monasterio se encuentra en una finca privada. Sus dueños ya ha autorizado al Ayuntamiento y a Promonumenta a realizar el desbroce y la puesta en valor de las últimas piedras.

El pasado de Cerezal, lugar de paso de los peregrinos que entraban en el Bierzo por una ruta distinta a la de Foncebadón, incluye una ermita en mejor estado que a la que Promonumenta también le dedicará atención

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