La falta de un abogado retrasa el macrojuicio al clan de la marihuana
Suspendido porque uno de los 15 acusados de cultivarla en casas del Bierzo carecía de letrado
Algunos de los acusados a primera hora del lunes en la Audiencia Provincial. J. NOTARIO
Se presentó sin abogado y los magistrados de la Audiencia Provincial no han tenido más remedio que suspender el macrojuicio que este lunes debía sentar en el banquillo de la Audiencia Provincial a un clan con vínculos familiares acusados de cultivar marihuana en dos casas de Cubillos del Sil y una de San Miguel de las Dueñas para después traficar con la droga. La Fiscalía de área de Ponferrada pide hasta 15 años de cárcel para el supuesto cabecilla del clan, acusado de un delito contra la salud pública de sustancias que no causan grave daño, otro de defraudación de fluido eléctrico y otro de tenencia ilícita de armas, y entre cuatro y diez años de cárcel para el resto de los integrantes de la banda. La falta de letrado de uno de los 15 acusados retrasa ahora la vista oral que debía celebrarse en la Audiencia en dos jornadas consecutivas en vista del elevado número de acusado en la mayor causa que se recuerda contra el tráfico de marihuana en el Bierzo.
Los acusados, muchos de ellos con antecedentes penales, deben además, de las penas de prisión, el pago de hasta 30.443 euros a la empresa UFD Naturgy por la electricidad defraudada. Y es que el elevado consumo eléctrico de las instalaciones donde supuestamente cultivaban la marihuana en dos casas insalubres acondicionadas en Cubillos del Sil y en otra vivienda en San Miguel de las Dueñas (Congosto), siempre es en estos casos una de las pistas que conducen a la Guardia Civil a desmantelar las plantaciones de marihuana.
La Fiscalía ha destacado en sus escrito de calificaciones cómo el clan que supuestamente cultivaba y traficaba con marihuana estaba fuertemente jerarquizado, hasta el punto de que aquellos miembros que no formaban parte del círculo familiar rozaban situaciones de servidumbre cuando se dedicaban a las «labores más ingratas» de vigilancia de las plantaciones, riego, abonado, cortado y cosechado de las plantas.
Estos integrantes en la parte más baja de la escala del clan, llamados ‘lacayos’ o ‘lacorros’ en el argot del cultivo de marihuana, vivían además en las mismas casas donde se ubicaban las plantaciones en condiciones «de gran penosidad» porque estaban «mal acondicionados para la vida cotidiana» de las personas, al adaptarse al cultivo de la droga.
La Guardia Civil desmanteló la vivienda de San Miguel de las Dueñas en junio de 2020, dentro de la llamada Operación Watio. Allí se incautaron de 410 plantas y detuvieron a los cuatro primeros miembros del clan, que rápidamente trasladaron las plantas y los equipos que tenían en las dos viviendas de Cubillos a la zona del Órbigo, hasta que también fueron arrestados en octubre.