Ramón acelera la instalación de las polémicas cámaras de la Zona de Bajas Emisiones

El Ayuntamiento de Ponferrada aceleró ayer la instalación de nuevas cámaras de control de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE)en la avenida Valdés.

La ZBE contará con un sistema de cámaras de reconocimiento automático de matrículas y un sistema de comprobación de los distintivos ambientales y la categoría de homologación de los vehículos en 24 puntos de acceso a la zona, que abarca buena parte del centro de Ponferrada.

Además, se instalarán sensores en todas las plazas de estacionamiento de la ZBE (690 plazas). Esto permitirá, según fuentes municipales, conocer en tiempo real las plazas libres y reducir el tráfico de agitación —así llaman a los vehículos en busca de estacionamiento— y, por consiguiente, las emisiones de contaminantes. También se instalarán sensores para las plazas reservadas a personas con movilidad reducida y para las de carga y descarga.

Todavía no hay una fecha concreta para la implantación de la ZBE pero las previsiones son las actuaciones estén finalizadas a lo largo de 2023 después de que no se haya cumplido su implantación en este mes de abril.

Con carácter general no tienen ninguna limitación para acceder y circular dentro de la ZBE los vehículos con distintivo de cero emisiones, distintivo eco y C.

También podrán acceder y salir los vehículos de las personas residentes y propietarios, los propietarios de negocios y trabajadores, los usuarios de garajes sitos en la ZBE, los vehículos que acudan a los Parkings municipales,(Compostilla y Pérez Colino), los declarados como propiedad de titulares de tarjetas o de personas autorizados para el desplazamiento de personas con movilidad reducida, los servicios públicos de emergencia, los de servicios públicos municipales, taxis transporte de viajeros, empresas de reparto a domicilio y clientes de establecimientos hoteleros.

Sin embargo, con carácter general, la Federación Española de Municipios y Provincias, aclara que los residentes y propietarios con vehículos contaminantes —sin etiqueta ambiental— tendrán derecho a disponer de su vehículo para salir y entrar, «pero no para transitar por la Zona de Bajas Emisiones», algo que controlarán las cámaras que se están colocando estos días en Ponferrada. La polémica rodea la instalación de la Zona de Bajas Emisiones por la decisión del alcalde, Olegario Ramón, de implantarla en una zona con una población envejecida y con un comercio muy afectado por la influencia de un centro comercial a escasos 800 metros. Las cámaras también podrían controlar la ITV.