Diario de León

Las andanzas de una osa humanizada traen de cabeza al pueblo de Villarino

En este pueblo de Palacios están hartos de los daños en huertos y de no poder moverse en libertad

La osa joven, de más de cien kilos, por las calles de Villarino. DL

La osa joven, de más de cien kilos, por las calles de Villarino. DL

Ponferrada

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Lo sabe todo el mundo. Si vas a partir de las diez o las once de la noche a Villarino del Sil, pueblo del municipio de Palacios del Sil, es fácil que veas pasear por sus calles a una osa de unos cinco o seis años. Está tan acostumbrada a la gente, que apenas se asusta ya de los ladridos de dos mastines de una vecina, que son los que primero alertan a todos de la presencia cercana del plantígrado.

Antonio Cosmen es uno de los 30 vecinos de Villarino. Ayer lunes decía que no están en contra de los animales, que nadie como los de los pueblos los defienden y cuida; pero no ocultaba el hartazgo compartido por todos tras los destrozos que todas las semanas ocasiona esta osa, ya acostumbrada a vivir por estas latitudes más bajas.

El pueblo está rodeado por tres regatos pequeños y de día la osa se refugia por la zona. Pero caída la noche, sale de su escondite diurno y se adentra en los huertos de Villarino. Antonio Cosmen enseña las fotografías de cómo quedaron sus lechugas. El animal se ha aficionado y se lleva de un bocado los cogollos y a su paso causa destrozos en el resto de productos hortícolas. No come los tomates, pero los pisa. Lo mismo que las cebollas y lo que alcance.

A la osa parece que le gustan las avellanas y los árboles que producen este fruto han aparecido desplumados por sus garras para alimentarse. No hay más que asomarse a las fincas del pueblo.

Desperfectos
El plantígrado se ha comido las lechugas, ha destrozado huertos y causado daños en cierres

Anteayer, una vecina se quejó de que la protagonista de esta historia entró en su corral y allí dejó prueba de su presencia con un montículo de excremento. La misma firma de vida salvaje la dejó a la entrada del pueblo con sus heces encima del asfalto.

Cuenta Cosmen que por los montes de la zona viven dos o tres osos , pero sólo esta osa que creen más joven, es la que se mueve con frecuencia —«casi a diario», dice— por el vecindario.

Ahora en verano, el pueblo crece en población. Una gran parte de sus vecinos son personas mayores, algunas de avanzada edad a las que les gustaría dar un paseo por la noche. Pero, según cuenta, no pueden hacerlo por temor a que el animal de más de 100 kilos de peso y con unas zarpas considerables pueda darles un buen susto. Todos creen que la osa no les atacará,pero saben que si se topan en su camino puede traer consecuencias. Por eso, los vecinos de Villarino del Sil quieren volver a ser libres de la presión del plantígrado, y también verse liberados de los destrozos en sus huertos y en los cierres de sus fincas.

Urgen su traslado
Los vecinos esperan que actúe de una vez la Fundación Patronato y capture al animal

Con estos precedentes, la Guardia Civil de Toreno y de Villablino es conocedora de la situación generada. Han visitado la zona, pero en este caso quien tiene que actuar, según los vecinos es la Fundación Patronato, dependiente de la Junta de Castilla y León .

Lo han puesto en su conocimiento varias veces. Han acudido y han intentado ahuyentar al oso, pero siempre regresa. Por eso, Antonio Cosme considera que para que todo este problema se solvente la única solución es capturar a la osa y trasladarla de lugar, dado que ya se ha acostumbrado a los frutos y al ir y venir de personas y mastines del pueblo. «Por delante de mi casa pasa casi todos los días. El viernes estuvo en la plaza y la vimos cerca del molino», cuenta Cosmen, quien dice que «el malestar es muy grande». «Somos pocos vecinos y la gente está cohibida y temerosa, porque si oyen un ruido tienen miedo pensado en lo que pueda ser», explica este vecino.

Ley de Seguridad Ciudadana

Con todos estos precedentes, los afectados consideran que la Ley de Seguridad Ciudadana les asiste y creen que tiene que actuar la Junta cuanto antes. Sostienen que antes que el oso están los humanos y si está claro que no se logra ahuyentar a un aninal casi humanizado, pues es necesario adoptar la medida de localizarlo, capturarlo y llevarlo a otra zona donde no cause problemas.

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