Diario de León

El estudio fallido del AVE al Bierzo 20 años después: 10 túneles y 23 viaductos

El viaje en AVE de Ponferrada a León se reducía a 35 minutos y a Madrid en dos horas y cuarto

Imagen de archivo de la estación de Ponferrada. L. DE LA MATA.

Imagen de archivo de la estación de Ponferrada. L. DE LA MATA.

Ponferrada

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El estudio sobre la solución al llamado ‘ Lazo del Manzanal ’ que reduce la velocidad de los trenes en su subida o bajada al Bierzo tendrá como referente, al menos sobre el papel, el estudio informativo hecho hace 20 años para la entonces llegada de la alta velocidad al Bierzo.

Aquellas previsiones dejaban el viaje de León y Ponferrada en tan sólo 35 minutos y el recorrido íntegro desde Madrid hasta la comarca del Bierzo en no más de dos horas y cuarto. Algo que hoy se puede calificar como de ciencia ficción después de que la comarca perdiera el tren de alta velocidad en favor de la entrada a Galicia por Zamora vía Orense . A León son dos horas salvo en el Alvia, que se reduce media hora, y otras dos a Madrid

El estudio informativo, que se llegó a someter a información pública en diciembre de 2003, calculó un recorrido total entre León y Ponferrada de 112,5 kilómetros y un presupuesto estimado por encima de los 573,7 millones de euros.

La alternativa seleccionada, entre las dos que se compararon, era una vía única nueva de ancho europeo, que, en ningún momento, afectaba a la vía actual.

Solución al ‘Lazo’
El estudio planteaba un nuevo recorrido en la zona del Manzanal por el norte del trazado actual

En su mayor parte, el tren de alta velocidad discurriría paralelo al corredor ferroviario existente, desde el triángulo ferroviario de salida de León, pasando por Astorga y hasta llegar a Brañuelas. En esa parte del recorrido, se planteaba rectificar algunos tramos de las vías que actualmente presentan importantes limitaciones de velocidad.

A partir de ahí, coincidiendo con la zona del Manzanal, el trazado de la nueva línea del tren de alta velocidad se separaba del existente y se desplazaba hacia el Norte, según el estudio.

De esa forma, explicaba el informe, se pretendía evitar la dificultad de atravesar una zona que ya provocó notables problemas de carácter técnico con motivo de las obras de construcción de la Autovía del Noroeste A-6, por la existencia de minas de carbón.

Finalmente, el trazado planteado volvía a situarse paralelo al ferrocarril actual, a partir de la estación de Bembibre y hasta llegar a Ponferrada.

Según la alternativa elegida por la empresa Iberinsa, que en noviembre del año 2000 asumió el contrato para redactar este estudio informativo, se construirían diez túneles, el más largo de casi tres kilómetros y medio, y un total de 23 viaductos. El viaducto de mayor longitud mediría 1,3 kilómetros.

El entonces Ministerio de Fomento, en su exposición pública, destacó la notable reducción del tiempo previsto para el viaje en alta velocidad entre Ponferrada y León, «que rebaja la intención inicial de hacerlo en una hora y disminuye, aún más, la duración actual de una hora y media en los trenes de largo recorrido y dos horas de las circulaciones regionales».

Además, el tiempo de tres horas y cuarto previsto en principio para viajar de Ponferrada a Madrid, se rebajaba en una hora, para quedar fijado en 2 horas 15 minutos. Algo ya que es historia a la espera del nuevo estudio prometido por el nuevo ministro de Transportes, Óscar Puente, en su reciente visita a Ponferrada.

El Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible ha licitado por un importe de 605.000 euros el contrato para la redacción del “Estudio de viabilidad para la mejora de prestaciones del trayecto León-Ponferrada” en la Plataforma de Contratación del Sector Público.

Los principales objetivos del estudio, según el Ministerio, son «la mejora de las prestaciones del servicio de transportes de viajeros y mercancías, la mejora de la capacidad y garantía del servicio ferroviario y la homogeneización de las velocidades del recorrido».

El estudio de viabilidad, que tiene por objeto solucionar la problemática actual, principalmente, en el denominado Lazo del Manzanal, determinará si existen alternativas viables y, en su caso, el grado de actuación requerida sobre el tramo en estudio. El contrato, que tiene un plazo de ejecución total de 18 meses, se llevará a cabo en tres fases.

La primera de las fases consistirá en un estudio previo y de planteamiento de alternativas, que será seguida de una segunda fase que se centrará en el análisis técnico, ambiental y de viabilidad socioeconómica, para finalizar con una tercera de comparación de las diferentes alternativas y conclusiones.

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