La UE incluye el wolframio del Bierzo en su listado de materiales críticos para el desarrollo de la industria TIC
Se trata del primer gran informe para mitigar la dependencia de minerales llegados de China
Editorial: La minería aún por explotar
Imagen de archivo de una antigua explotación de wolframio en el Bierzo.
El Bierzo figura en el mapa de las materias primas críticas de Europa. Una buena noticia teniendo en cuenta la dependencia de la UE de China en estas materias necesarias para la fabricación de alta tecnología.
El proyecto GSEU —Geological Service for Europe— acaba de publicar el mapa de «Yacimientos de rocas de materias primas críticas de Europa» que, según el Colegio de Geólogos, ofrece información clave para el diseño de las políticas nacionales y europeas, con el fin de alcanzar los objetivos del Pacto Verde Europeo. «Es un gran trabajo que muestra una gran cantidad de indicios minerales. Analizando el noroeste de la Península Ibérica se recogen muchos, pero la falta de investigación geológica desde, al menos mediados de los años 80, muestra que, a poco que se investigue algo más, los resultados se incrementarían notablemente», lamentan la organización colegial.
El mapa incluye en el Bierzo Mina Felipe y Virgen de la Encina, dos antiguas explotaciones de wolframio.
Aunque no da más detalles de su ubicación, Virgen de la Encina es un yacimiento ubicado cerca de Ponferrada que fue explotado, en interior y exterior para sacar estaño y wolframio a finales de los años 40 y principios de los 50 del siglo pasado, coincidiendo con la II Guerra Mundial y la guerra de Corea. A finales de los 70 y comienzos de los 80, una empresa realizó estudios y sondeos para evaluar el yacimiento y su posible reexplotación a cielo abierto, sin que fructificara el proyecto. Mina Felipe es también de esa época tras la guerra civil.
Las llamadas materias primas críticas son un listado de materiales identificados por la Comisión Europea como necesitados de una atención especial, debido a su importancia económica y al alto riesgo que supondría una interrupción de su suministro para la comunidad europea. El litio, el níquel, las tierras raras, el galio o el tungsteno, entre otros, son fundamentales para fabricar células fotovoltaicas, turbinas eólicas y componentes electrónicos.
No hace una semana, los países de la Unión Europea dieron el visto bueno definitivo a una nueva ley de materias primas críticas, que busca reducir la dependencia de otras potencias y que tiene como gran novedad la acotación de los permisos de explotación.
La nueva norma, pactada entre los Estados y el Parlamento Europeo en noviembre pasado y refrendada por la Eurocámara en diciembre, prevé además que los Gobiernos y la Comisión Europea puedan designar ciertos proyectos como estratégicos.
La legislación establece una lista de 34 materias primas críticas, de las que 17 son declaradas «estratégicas», por su papel en las industrias digitales, ecológica, de defensa o espacial, y fija objetivos para reducir la dependencia de terceros países a la hora de obtenerlas ya que, en algunos casos, los Veintisiete dependen casi al cien por cien de un único proveedor, informa Efe.
En concreto, la UE deberá extraer localmente un 10 % de su consumo anual de estas materias primas, procesar en su territorio el 40 % de esta demanda y cubrir un 25 % de la misma con materiales reciclados.
La ley prevé agilizar los trámites burocráticos, de modo que los permisos de extracción de materias deberán concederse en un máximo de 27 meses y los de reciclado y procesado en un máximo de 15, aunque se incluyen excepciones para asegurar el diálogo con las comunidades locales afectadas por los proyectos a llevar a cabo.