Diario de León

Hay salvación legal para el viñedo viejo del Bierzo

Agricultura habilitará un modelo de declaración responsable para que quien trabaja viñas de otro propietario pueda registrarlas a su nombre, dado que la mayoría de los acuerdos son verbales o hay dificultad para identificar al dueño

Viñedo viejo en El Bierzo, en una imagen de archivo.dl

Ponferrada

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Un apretón de manos servía para cerrar cualquier acuerdo en el campo. Era la firma no escrita de agricultores y ganaderos para sellar la cesión de una tierra o una compra-venta. No hacía falta ningún papel. Era y así sigue siendo con el viñedo viejo del Bierzo, pese a que los contratos por escrito son obligatorios para todo. La mayoría de sus propietarios son de la época de la palabra y, sino, están sus herederos que, por lo general, respetan el acuerdo de su antecesor. Así, hay muchas parcelas con viñas plantadas antes de 1986 (esta es la fecha que marca la vejez) que están en un limbo legal por la imposibilidad de incorporarlas al Registro de Explotaciones Agrarias de Castilla y León (Reacyl) a nombre de quienes las trabajan.

Más de 7.000 firmas recogidas a través de la plataforma web Change.org avalan ya una acción promovida desde dentro del sector vitivinícola berciano para salvar el viñedo viejo. Peligran «hasta 500 hectáreas» de cepas centenarias en producción si no se aligera la normativa que exige contratos por escrito y una documentación sobre la propiedad que, en no poco casos, no coincide en la Sección Vitícola (Revi) del Reacyl y en el Catastro.

Un caos administrativo que «limita la inscripción de multitud de parcelas que no pueden ser explotadas formalmente, es decir, de las que no se puede documentar su producción», explican desde el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Bierzo. Y eso lleva al abandono, porque nadie trabaja una viña si no puede certificar su vino ni comercializar las uvas para su vinificación. En un callejón sin salida, el arranque ha llegado a parecer la única opción.

Los defensores del viñedo viejo, que es el gran valor del Bierzo vitivinícola, han llegado a pedir su «amnistía» legal, pero la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural de Castilla y León y el Consejo Regulador han logrado definir un contexto normativo que daría solución al caos vigente y permitiría actualizar el viñedo en el Registro Vitícola sin necesidad de tanta ‘puntilla’. Un modelo de declaración responsable, la realización de determinados trámites por parte del propio Consejo Regulador para quitar carga al Servicio Territorial de Agricultura de León y el establecimiento de un protocolo de actuación con el Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León (Itacyl) —este último para resolver el problema extendido de que no coinciden las parcelas reales en campo con las del registro— pueden ser las herramientas.

Actualización del viñedo

Tres son los problemas fundamentales que enturbian el marco legal del viñedo viejo del Bierzo y los tres fueron abordados en una reunión entre los responsables de la Denominación de Origen y de la Junta de Castilla y León, celebrada hace unos días en Valladolid. La demora en la tramitación de las actualizaciones de los viñedos en el Revi fue uno de ellos. «Se ha planteado la posibilidad futura de suscripción de un convenio entre la Consejería de Agricultura y el Consejo Regulador para que desde este se pueda acceder al nombre del titular de la parcela vitícola en el Revi», explicó el presidente del órgano rector de los vinos del Bierzo, Adelino Pérez.

Con este paso, «se agilizaría nuestra información a los viticultores para su trámite ante la Administración autonómica. Incluso, podríamos agilizar determinados trámites, ya que el convenio suscrito nos dejaría teletramitar ciertos asuntos sencillos de los viticultores», apuntó Pérez.

Vacíos sobre la propiedad

«Existe gran cantidad de parcelas a las que Agricultura no puede asignar su explotador real en el Revi porque no coincide el nombre del productor/explotador con el nombre del propietario que figura en el registro y/o catastro», explican fuentes del Consejo Regulador. Esta ha sido otra de las dificultades analizadas, que deriva fundamentalmente de la existencia de esos acuerdos verbales sin un contrato de arrendamiento por escrito. Para los supuestos de este tipo es para los que se valora una declaración responsable.

«Para el caso de los contratos de arrendamiento formalizados, los servicios jurídicos de la Dirección General han tomado la determinación de que ya van a inscribir en el Revi al arrendatario de la parcela como productor/explotador, con lo que podrá asignar la producción obtenida a la parcela vitícola real. Para el caso de los que trabajen un viñedo y no pueden documentar la propiedad de la parcela, van a habilitar un modelo de declaración responsable por la que se manifiesta que se es el explotador de la misma», detalló Adelino Pérez. Esa declaración se colgará en el tablón de anuncios del ayuntamiento en el que esté ubicado el viñedo y, «transcurrido un tiempo determinado, permitirán la inscripción» de quien trabaja esa viña.

Viñedos no inscritos

Una de las críticas de los promotores de la recogida de firmas para reclamar una norma especial para el viñedo histórico es que mucho de este no aparece en el registro, precisamente por su antigüedad, y eso hace imposible su regularización. La administración asegura que existe únicamente «algún caso puntual», «no extendido ni preocupante» y que, cuando se detecta, «se tramita la inscripción sin mayores problemas». Esto, claro, al margen de los problemas que se puedan plantear con respecto a la propiedad.

Realidad frente a registro

Otro de los problemas comunicados en la reunión es que «en demasiadas ocasiones ocurre que la malla del Revi está desplazada sobre la malla catastral. No coinciden las parcelas en campo y, por tanto, su titular con el parcelario del Revi», detallaron fuentes del Consejo Regulador. Es decir, no está registrada la realidad del terreno y lo que hace Agricultura en estos casos es comprobar el titular de la parcela con el titular en el catastro.

Qué pasa, que el catastro «está desfasado en muchos casos» y en otros, aunque está actualizado, no hay agilidad en la comunicación de esta actualización, por lo que «referencias catastrales nuevas están redireccionadas a parcelas que nada tienen que ver en su correlación con las antiguas». En definitiva, una tormenta perfecta que dificulta enormemente la labor de los funcionarios y deriva en una desactualización del registro.

Para este problema concreto, la solución planteada por Agricultura pasa por el departamento informático del Itacyl, que «suele corregir la malla cuando detecta que está desplazada». Para ello —explicó el Consejo Regulador— habrá que establecer un protocolo de colaboración con ese departamento «para que procedan a la corrección en aquellos casos que detectemos».

Superficie abandonada

El Consejo Regulador reconoce que es difícil cuantificar la superficie total de viñedo viejo que se ha abandonado que, eso sí, va en aumento, sobre todo «en los últimos cuatro años». Esa dificultad deriva, en buena medida, de la falta de coincidencia entre la superficie total de viñedo inscrito en el Registro Vitícola y la superficie real en producción.

Lo que sí están más definidas son las causas de ese abandono. «En parte se debe a la excasa rentabilidad de las explotaciones de viñedo en El Bierzo, con costes de producción muy elevados y parcelas muy pequeñas», explicaron desde la deó. A ello añaden también las nuevas imposiciones medioambientales, de elaboración y gestión del cuaderno de campo y cuaderno digital. Los problemas burocráticos y de registro refuerzan la tormenta.

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