El Miteco fulmina diez parques eólicos por valores naturales idénticos a los del Alto Sil y Gistredo
Las resoluciones desfavorables a estos proyectos han tenido en cuenta los impactos negativos significativos sobre el medio ambiente, la afección al Sistema Agrosilvopastoril de las Montañas de León y el impacto en zonas de especial protección para las aves

Vista de las montañas que se verían afectadas por los parques eólicos de Repsol, en una imagen cedida por Ángel Molinero.
La Dirección General de Calidad y Evaluación Ambiental del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco) ha desestimado hasta diez parques eólicos en poco más de un año y medio porque causaban impactos negativos significativos en el medio ambiente, afectaban al Sistema Agrosilvopastoril de las Montañas de León (SIPAM Montañas de León) y/o porque no se podía garantizar que no causaran un perjuicio en zonas próximas de especial protección de las aves, aun cuando los aerogeneradores y su infraestructura de evacuación no coincidía geográficamente con la Red Natura 2000. Prácticamente, todos ellos habían sido planteados para el Bierzo y la provincia de León.
Estos criterios por los que la entidad administrativa que tiene que decidir el futuro de la Sierra de Gistredo y el Alto Sil formuló declaraciones de impacto ambiental desfavorables se cumplen en las mismas o mejores condiciones en las montañas que se verían afectadas por los parques eólicos promovidos por Repsol en los municipios de Igüeña, Noceda y Páramo del Sil. Una realidad que la Plataforma para la Defensa de la Cordillera Cantábrica ha dejado en evidencia en un escrito remitido a esa Dirección General de Calidad y Evaluación Ambiental con consideraciones a tener en cuenta en la declaración de impacto ambiental de la planta eólica Alto Bierzo-Sil, de 126 megavatios de potencia instalada con 20 aerogeneradores y sus infraestructuras de evacuación. Cabe recordar que de los tres proyectos diseñados por Repsol, este es el que está más avanzado desde un punto de vista administrativo y en pocas semanas se conocerá la resolución, prevista para el mes de febrero.
Los parques denegados
Los parques eólicos «Barjas» (Bierzo, Orense y Lugo), «Molinaseca», «Busmayor» (Trabadelo, Barjas, Ponferrada, Corullón, Toral de los Vados, Cacabelos, Villafranca, Arganza, Sancedo, Camponaraya, Cabañas Raras y Oencia), «Isidoro» y «Veleta» (León y Zamora), «Ralea», «Eco» y «Umbrío» (provincias de Lugo y León); «Abano» (Pola de Gordón, Matallana de Torío, Vegacervera, Valdepiélago y La Robla) y «Loma de la Cuesta Quemada» (Burgos) han sido rechazados por el organismo dependiente del Miteco desde la primavera de 2023 y la pretensión de la Plataforma para la Defensa de la Cordillera Cantábrica al presentar este escrito de consideraciones es que «se mantengan los mismos criterios que los reseñados y, en base a ellos, se formule declaración de impacto ambiental desfavorable también para el parque eólico «Alto Bierzo-Sil».
Tres criterios de rechazo
Ocho son los proyectos rechazados directamente porque se identificaron impactos negativos para el medio ambiente para los que las medidas propuestas no presentaron garantía suficiente de adecuada prevención, corrección o compensación. Se trata de «Barjas», «Busmayor», «Molinaseca», «Isidoro», «Veleta», «Ralea», «Eco» y «Umbrío». En los otros dos casos, la declaración de impacto ambiental desfavorable respondió a criterios diferentes que también tienen aplicación en Gistredo y el Alto Sil.
En el caso de la instalación eólica «Abano», de 76,5 megavatios, en el dictamen «se tuvieron en cuenta los argumentos puestos de relieve por la Dirección de Patrimonio Natural y Política Forestal de la Junta de Castilla y León, entre los que se destaca que el proyecto afecta al SIPAM Montañas de León y, además, se considera que su implantación es perjudicial para el mantenimiento de los valores humanos y naturales que han llevado a dotar a este territorio de un reconocimiento a nivel mundial por la FAO», recoge el documento firmado por la Plataforma para la Defensa de la Cordillera Cantábrica.
Y como el fin es relacionar esa realidad con la del territorio natural amenazado por los tres parques eólicos de Repsol («Alto Bierzo-Sil», «El Páramo» y «Ampliación El Páramo»), el mismo escrito expone y recuerda que afectan a un espacio cuya importancia fue sido reconocida en noviembre de 2022 como Patrimonio Agrícola Mundial por la Organización de las Naciones Unidas, dándole la denominación de Sistema Agrosilvopastoril de las Montañas de León (SIPAM).
El parque eólico de 20 aerogeneradores proyectado en montes de Igüeña, Noceda y Páramo del Sil —uno de los últimos reductos del urogallo cantábrico y núcleo reproductor del oso pardo— también se encuadra en un espacio declarado por BirdLife Internacional como Áreas Importantes para la Conservación de las Aves y la Biodiversidad y afecta directamente a la Zona de Especial Protección para las Aves y Zona Especial de Conservación (ZEPA/ZEC) Alto Sil y está a menos de siete kilómetros del espacio ZEPA/ZEC Omaña y a menos de tres kilómetros del espacio ZPEA/ZEC Sierra de los Ancares. Precisamente, condiciones similares fueron tenidas en cuenta por la Dirección General de Calidad y Evaluación Ambiental para rechazar el parque eólico burgalés «Loma de la Cuesta Quemada» (64,5 MW).
En este caso y según recoge también el escrito de la Plataforma para la Defensa de la Cordillera Cantábrica, la administración con competencia para resolver tuvo en cuenta el informe desfavorable del Servicio Territorial de Medio Ambiente de Burgos de la Junta de Castila y León, que «reconoce que, a pesar de que no existe coincidencia geográfica del proyecto con la Red Natura 2000, no puede asegurar que las actuaciones proyectadas, tanto individualmente como en combinación con otros proyectos, no causen indirectamente perjuicio a la integridad de la ZEC y ZEPA «Sierra de la Tesla-Valdivielso» y de la ZEC y ZEPA «Montes Obarenes».
La zona afectada por el parque ‘Alto Bierzo-Sil’ es «muy importante para la cría de especies alpinas y forestales, especialmente Perdix perdix hispaniensis, y rapaces forestales», quizo recordar también el presidente de la Plataforma, Emilio de la Calzada.

Mapa del territorio ocupado por la minería en el Bierzo y, en medio, Gistredo y Alto Sil, para donde ahora se proyecta la industria eólica.
Una isla entre restos de carbón
En medio del extenso territorio que fue ocupado por la minería del carbón en el Bierzo, se conserva intacta una isla montañosa de gran valor ambiental en la que sobreviven especies en riesgo extremo de extinción, caso del urogallo cantábrico, y otras como el oso pardo que a punto estuvieron de serlo y consiguieron sobrevivir gracias, precisamente, a la conservación de espacios naturales como el Alto Sil y Gistredo. Es una isla entre restos de lo que fue el monopolio del carbón que ahora se quiere minar de aerogeneradores y coser con cables de alta tensión.
El mapa que acompaña estas líneas (página 12), realizado por la Plataforma para la Defensa de la Cordillera Cantábrica en base al ‘Estudio de la minería del Bierzo Ciemat-Igme 2006’ refleja esta situación y dibuja sobre plano el futuro de una zona rodeada de bocaminas y escombreras abandonadas, restos de antiguas edificaciones e instalaciones mineras y cielos abiertos. Un futuro en el que, de prosperar los tres parques eólicos promovidos por Repsol, esa zona verde, montañosa y virgen se convertiría en un área industrial con 43 aerogenadores y las necesarias infraestructuras de evacuación, desde Igüeña hasta Páramo del Sil y Toreno, atravesando también Noceda.

El Bierzo
Páramo presenta al Miteco un proyecto de turismo natural en plena lucha con Repsol
María Carro
«Este reducto habitado por especies protegidas se quiere llenar de caminos de zahorra, torres metálicas, líneas de transporte eléctrico y enormes molinos», denuncia la Plataforma para la Defensa de la Cordillera Cantábrica, que también ofrece datos concretos sobre los restos que en la zona dejó la industria minera, hasta «4.648 hectáreas del territorio ocupado por la minería del carbón, no rehabilitación o sin seguimiento administrativo».
En concreto, el mapa recoge y refleja con manchas blancas el espacio ocupado por 104 bocaminas abandonadas, 423 escombreras, 97 edificaciones de instalaciones abandonadas y 163 cielos abiertos «sin control de la obligación de restauración», apunta la Plataforma para la Defensa de la Cordillera Cantábrica.
Mientras los colectivos implicados en la defensa de esta zona de montaña del Bierzo tratan de impedir que el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico dé el visto bueno al primero de los proyectos eólicos planteados por Repsol, continúa abierto el período para la presentación de alegaciones a los otros dos parques, ‘El Páramo’ y ‘Ampliación El Páramo’ que darían continuidad al ‘Alto Bierzo-Sil’ aunque se presenten como proyectos independientes.