El PSOE reclama una comisión de investigación en las Cortes y la UPL fiscaliza la labor de Tragsa
Los procuradores del grupo socialista en las Cortes de Castilla y León solicitaron ayer la creación de una comisión de investigación para esclarecer la eliminación a tiros de las vacas asilvestradas en los montes entre Llamas de Cabrera (Benuza) y Odollo (Castrillo), para conocer por qué se autorizó la batida y si su carne se ha destinado al consumo humano. El PSOE, pretenden que la Junta explique el destino de las reses abatidas. Y critica que las Cortes carezcan «de información precisa de lo que está ocurriendo», ya que su grupo pidió el pasado día 3 la comparecencia urgente en esa cámara de los consejero responsables de Ganadería y Medio Ambiente, sin que se haya producido. Por ello, el PSOE considera que una comisión de investigación es la mejor fórmula para que las Cortes recaben la información que estimen necesaria. Herrera disiente Por su parte, el candidato a la Presidencia de la Junta, Ángel Villalba, alertó de la posibilidad de que los que participaron en la «cacería» de las vacas asilvestradas hayan disfrutado de la carne para consumo humano. Según sus datos, la cantidad de reses incineradas en la planta leonesa de Rebisa no coincide con el número de vacas muertas. El presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, lamentó anoche en Astorga la utilización política del asunto por parte socialista. Y criticó la forma empleada para crear una comisión de investigación. Aunque asumió en primer término que la cacería no fue la idea más acertada, informa M.A. Desde la UPL, el procurador Joaquín Otero también anunció ayer la presentación de una pregunta en la mesa de las Cortes, y en concreto dirigida al consejero de Agricultura y Ganadería, José Valín, para fiscalizar la labor de la empresa Tragsa encargada de retirar las vacas abatidas en La Cabrera. Otero quiere conocer oficial cuanto dinero recibió de la Junta Tragsa, cuántas vacas eliminó y si conocía que había otras ofertas para capturar las vacas por menos de 60.000 euros -diez millones de pesetas-.