Las grandes empresas no someten sus sistemas a controles frente a lalegionella

La situación de alerta sanitaria en las torres de refrigeración de la acerera Roldán, provocada el pasado mes de diciembre por la aparición de un foco de legionella que al final resultó no ser patógeno, podría no ser la única que se produzca en la comarca del Bierzo y más concretamente en Ponferrada. Según ha podido corroborar este periódico, los servicios sanitarios de la Junta de Castilla y León tienen abiertos expedientes informativos negativos, desde el pasado mes de noviembre, a algunas de las principales compañías que en la capital de la comarca disponen de instalaciones en las que utilizan o bien torres de refrigeración o condensadores. Este es, por ejemplo, el caso de Telefónica, que en las instalaciones que posee en pleno centro de Ponferrada, en la avenida de La Puebla, cuenta con una torre de refrigeración en la que no consta que se lleve a cabo ni mantenimiento, ni registro de labores de mantenimiento, ni tampoco fechas de análisis de las aguas de este tipo de sistemas; algunos de los requisitos básicos recogidos por el Real Decreto que regula desde el 2002 la prevención de la legionelosis. En la misma situación, o muy similar, se encuentran también las instalaciones de la empresa de moda Zara, cuyo establecimiento se localiza asimismo en pleno centro de la ciudad -en la calle Camino de Santiago- , y luego las distintas dependencias de Endesa Generación y de Endesa Servicios, tanto en Montearenas como en Cubillos del Sil, donde las diversas torres de refrigeración de la eléctrica también han sido objeto de los informes preventivos de los técnicos del Servicio Territorial de la Junta de Castilla y León. Apercibimientos En todos los casos, como a la acerera Roldán, en la localidad de Santo Tomás de las Ollas, se les ha instado para que comiencen a cumplir con la normativa en esta materia. Lo mismo que al Hospital del Bierzo, en Fuentesnuevas, donde se detectaron idénticos fallos en los controles sobre las torres de refrigeración. Sin embargo, en el caso del primer centro asistencial de la comarca sí que se ha empezado a trabajar en la mejora de los controles, según ha podido conocer este periódico. Otro tanto parece que está ocurriendo en la acería de Roldán. Los sistemas de refrigeración que utilizan agua están catalogados como los de mayor riesgo a la hora de generar altas concentraciones de la bacteria de la legionella, que pueden luego dar lugar a infecciones de legionelosis. La bacteria de la legionella se multiplica entre los 20 y los 45 grados, aunque la temperatura óptima para su crecimiento se estima entre los 35 y los 37 grados en sistemas que utilizan agua y donde se produce un estancamiento del líquido.