Tremor y Cabrera, los peores

Estamos en verano, época en la que con mayor interés se mira a los ríos y a todos los recursos hidráulicos posibles. En El Bierzo, existen 37 ríos y arroyos, que situados en una línea recta nos daría el resultado de 639 kilómetros. La densidad, esto es, el caudal por metro es de 215,22 km cuadrados. Se puede afirmar que la comarca es rica en agua, y eso, sin tener en cuenta sus seis embalses de Bárcena, Campañana, Matalavilla, Peñarrubia, Fuente del Azufre y Montearenas con un volumen global de 437 hectómetros cúbicos utilizados para abastecimiento, regadíos y producción hidroeléctrica. Calidad y cantidad Pero ¿cómo se presenta la temporada estival en los ríos del Bierzo? La respuesta es clara: peor que el año pasado 2005. En cuanto a cantidad, los ríos de la comarca pertenecen a la Confederación Hidrográfica del Norte, con sede en Oviedo y pertenecientes al Ministerio de Medio Ambiente, es decir, al Gobiernto Central. En sus estaciones ubicadas en Bárcena, Toral y Puente Domingo Flórez realizan medidiones contínuas. Tienen también estaciones de aforo del Cúa en Quilós, pero, según Confederación «está siendo remodelada y no disponemos de datos de la misma». Del resto destacamos que el río Cúa ha bajado su caudal de 3,91 metros cúbicos por segundo, a 2,36; el Burbia de 6,25 a 3,26 y el Cabrera de 3,83 metros cúbicos por segundo a 2,95. En total, el caudal ha bajado globalmente del año pasado por estas fechas con 286 hectómetros cúbicos por segundo a 282 hectómetros cúbicos por segundo. Osea, que los ríos del Bierzo bajan con menos cantidad de agua que el año pasado. Y la palma en cuanto a menos cantidad se la llevan el cauce del Burbia y del Cabrera. Un apunte más corrobora esta cuestión, según los datos de la CHN, «podemos afirmar que el caudal de los ríos que controlamos están prácticamente por debajo de la mitad de su promedio anual al iniciarse la temporada de verano». Las causas no las podemos achacar en su totalidad a la falta de nieve y lluvias, que tienen parte de la culpa, pero, siempre según los experto, «la acción del hombre está detrás de esta paulatina pérdida de caudal de las aguas: abastecimiento, uso industrial, regadíos y obras en los cauces».