Diario de León

Sueños, luces y color para las carrozas de la Encina

Más de mil personas acudieron a la cabalgata por las calles ponferradinas

Las calles de Ponferrada se inundaron del color y la fantasía de las carrozas.

Las calles de Ponferrada se inundaron del color y la fantasía de las carrozas.

Publicado por
patricia g. franco | ponferrada
Ponferrada

Creado:

Actualizado:

«Mamá, ¿falta mucho? Mamá, ¿empieza ya?». Esas fueron las frases más comunes ayer, durante el tradicional desfile de carrozas de las fiestas de la Encina. La razón es muy simple. Los más pequeños, hartos de esperar al comienzo de los festejos y cansados del fuerte calor que reinó durante toda la jornada insistían en la pregunta. Ya no sabían cómo ponerse, si sentarse o si pedirles a sus padres que los llevasen a casa. Y es que media hora de espera para el comienzo y numerosas paradas después, empezaban a minar la paciencia de los más serenos antes de que saliera el desfile.

Aún así, la espera pareció merecer la pena, ya que las luces de las carrozas, con la caída del sol, se hicieron visibles para sorpresa de pequeños y mayores. Música, baile, serpentinas o confeti comenzaron poco a poco a tomar las calles de la capital berciana en el día grande de las fiestas, mientras miles de personas prefirieron retrasar la cena unas horas en favor de esta festiva causa.

El recorrido, que tuvo inicio en la avenida de Portugal de Flores del Sil, finalizó horas después en la plaza del Ayuntamiento y contó con la participación de siete carruajes. Entre los que destacó el Trono de Luces , encargado de trasportar a la reina de las fiesta, María Cristina Ramón, y, como novedad, al resto de su séquito, las siete damas.

Además de las carrozas, destacó la participación de los tradicionales gigantes y cabezudos, quienes como es costumbre, de encabezaron el desfile. A ellos también se unieron diversos grupos y charangas, responsables del ritmo y la buena marcha de la cabalgata, y de hacer que los miles de asistentes comenzasen a mover las caderas al son de diferentes compases.

Aunque quizá la novedad más sorprendente, que gustó y horrorizó a partes iguales, fueron los cinco monstruos del inicio del desfile. Unas enormes figuras fruto de la fantasía y de la imaginación entre los que se distinguían ogros, dragones o centauros, que acompañados de sus bailarines consiguieron mover a los más aburridos y convencer a los impacientes.

tracking