Polémica por el traslado de cadáveres de la Guerra Civil a una fosa común

Izquierda Unida de Ávila pide la dimisión del alcalde de Poyales del Hoyo, Antonio Cerro, como responsable del traslado de los cuerpos de diez represaliados durante la Guerra Civil a una fosa común, según información publicada ayer por Ical.

Además, esta formación política exige la intervención por parte del PP de Ávila, «en la medida que considere», contra el regidor. En opinión del coordinador provincial de IU, José Alberto Novoa, si los populares «permanecen en silencio, serán cómplices de este acto fascista».

El desenterramiento de estos cuerpos, que se produjo el pasado sábado, es «un acto fuera de lugar que responde a prácticas fascistas», dijo Novoa. «A algunos les ha entrado cierta nostalgia, no sabemos si por convocar las elecciones el 20-N», añade. En su opinión, se trata de «uno de los hechos más graves que se han producido en España desde la puesta en marcha de la Ley de Memoria Histórica».

Novoa asegura que el alcalde de Poyales «ha contradicho su propia resolución», ya que permitió la exhumación de los cadáveres.

En la tumba se encontraban los restos de Virtudes de la Puente Pérez, de 53 años; Pilar Espinosa Carrasco, de 43, y Valeriana Granada, de 26 años y embarazada de varios meses cuyos restos fueron exhumados en octubre de 2002.