La economía regional crece el 0,8% en el último año, de forma similar a la española
Del Olmo confía en las «buenas perspectivas» exteriores de las grandes empresas de la Comunidad y reconoce la dificultad para elaborar unas previsiones de crecimiento para 2012, aunque augura una recesión
El Producto Interior Bruto (PIB) de Castilla y León aumentó en 2011 un 0,8 por ciento, una evolución similar a la experimentada en España, donde creció un 0,7 por ciento, pero muy lejos del dinamismo de la zona euro y de la UE-27, que incrementaron su media económica un 1,5 y un 1,6 por ciento, respectivamente. Se trata del segundo aumento consecutivo del PIB, tras el 0,5 de 2010. En 2009 se redujo un 3,5 por ciento, después de la incorporación de los datos revisados de la serie 2007-2009.
Los datos los hizo públicos hoy la consejera de Hacienda de la Junta, Pilar del Olmo, quien en la presentación de la Contabilidad Regional reconoció que estos datos están justificados en el repunte del comercio exterior, principalmente hacia socios europeos, y que supondrá (aún sin datos definitivos de 2011) un récord absoluto en las exportaciones.
Del Olmo argumentó que el pasado año se produjo una contribución positiva al crecimiento del PIB por parte de las ventas exteriores del 1,4 por ciento (1 por ciento en 2010), «resultado de una desaceleración de las importaciones superior a la observada en las exportaciones, que registraron crecimientos del 0,6 y 2,6 por ciento, respectivamente». Al respecto informó que hasta noviembre, el valor de las ventas exteriores fue de 11.500 millones, superior a todo el ejercicio 2010, como ya adelantó el presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, hace unas semanas.
Precisamente, la consejera reconoció la dificultad para elaborar unas previsiones de crecimiento para 2012 hasta que el jueves, 23 de febrero, la Unión Europea no publique las perspectivas para España, sobre las cuales Castilla y León «ya podrá elaborar sus Presupuestos Generales». En este sentido, indicó que estas expectativas «son importantes» porque a través de ellas también se establecen los objetivos de déficit. «El esfuerzo que la UE pide a España se hace en función de estas previsiones y ese ajuste determina cómo crecerá la economía nacional», espetó del Olmo, quien reiteró que sin este escenario la Junta «no puede hacer una previsión para este año».
También sostuvo que en base a las previsiones europeas, el Ejecutivo central informa a las comunidades autónomas sobre las entregas a cuenta, que hace efectivas por «doceavas partes» y que serán «definitivas». Del Olmo reafirmó que la Junta dará por buenas las previsiones que elabore el Gobierno de Mariano Rajoy, «porque estarán realizadas en base a la UE y se traducirán en entregas a cuenta», que suponen el 70 por ciento de los ingresos de Castilla y León.
En todo caso, del Olmo prevé que el crecimiento para este año será negativo, como han adelantado ya Funcas e Hispalink, a pesar de las previsiones que realizó hace diez meses el Gobierno de Rodríguez Zapatero de que España aumentaría su PIB un 2,3 por ciento en 2012, que también se equivocó para 2011. Según la consejera, parece que de nuevo será el comercio exterior el que tire de la economía regional. «Confiamos en las buenas perspectivas de nuestras grandes empresas fuera de España», comentó.
Oferta
La consejera de detuvo en el análisis por el lado de la oferta y explicó que en 2011 el sector industrial registró un mejor comportamiento, mientras que la construcción y los servicios evolucionaron de forma similar al año anterior. Por otra parte, el sector primario creció en menor medida que durante 2010, año en el que se observó un importante repunte del 13,6 por ciento por el récord histórico en la cosecha de cereal. Aún así, en 2011 experimentó un crecimiento del 4,3 por ciento.
Por lo que respecta a la industria, del Olmo explicó que aumentó un 3,1 por ciento, superior al 2,6 de 2010. Las ramas energéticas fueron las responsables de este avance, con una aceleración que pasó del 2,7 por ciento al 8,5 en 2011, mientras las ramas manufactureras cayeron cuatro décimas (del 2,4 al dos por ciento). Las de Producción y distribución de energía eléctrica, gas y agua, caucho y materias plásticas y Material de transporte fueron las que más contribuyeron al crecimiento de la industria en 2011.
La construcción continuó con su descenso en 2011, en esta ocasión del 6,5 por ciento, ligeramente menor que el experimentado en 2010 (-6,6 por ciento). La edificación residencial y no residencial suavizaron su comportamiento contractivo, mientras que la obra civil intensificó su retroceso. Por otra parte, el conjunto del sector servicios se apuntó una tendencia positiva del 0,5 por ciento, una décima más que en 2010, apreciándose un comportamiento dispar de sus principales componentes: los servicios de mercado pasaron del 0,4 al 0,8 por ciento en 2011. Por otra parte, los servicios no de mercado mostraron descensos a lo largo de todo el año y anotaron una rebaja del 0,2 por ciento.
Demanda
Desde el punto de vista de la demanda, el mayor crecimiento del PIB se explica por la mayor contribución positiva del sector exterior, de 1,4 puntos en 2011 (un punto en 2010). Por el contrario, la demanda interna restó 0,7 puntos al crecimiento (frente a -0,5 puntos en 2010).
El gasto en consumo final subió un 0,4 por ciento en 2011, inferior al 0,7 de 2010. De ello, el gasto de los hogares aumentó un 0,5 por ciento, frente al 0,8 del pasado año, mientras que el de las administraciones públicas decreció un 0,1 por ciento (en contraste con el incremento del 0,2 en 2010). La consejera de Hacienda mostró su preocupación por este aspecto, dado que si cae el poder adquisitivo de los castellanos y leoneses y suben los impuestos, «descenderá el consumo interno, que pesa mucho en la economía». Por ello, del Olmo previó una desaceleración del consumo interno para los próximos trimestres.
En cuanto a la formación bruta de capital (inversión) descendió un 4,1 por ciento en 2011, igual que en 2010. La consejera analizó la de capital fijo, que se contrajo un 4,4 por ciento, similar a 2010 (-4,5 por ciento), debido a la caída de la inversión en construcción en un -9,4 por ciento (-8,9 en 2010) y a pesar de que la inversión en bienes de equipo creció el dos por ciento, como el año anterior. Por su parte, la variación de existencias mantuvo un efecto neutro sobre el crecimiento del PIB (como en 2010).
En cuanto al empleo se registraron resultados menos negativos que en 2010 y se relucieron los puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo un 1,3 por ciento en el conjunto del año (inferior al descenso del dos por ciento de 2010), lo que se tradujo en un descenso de 12.765 puestos de trabajo en 2011 respecto del año anterior. El empleo aumentó en el sector primario (0,7 por ciento) y el servicios (0,5). En este último se apreció una desaceleración respecto del año anterior (0,9 por ciento) debido al peor comportamiento del empleo en los servicios no de mercado. En la industria se produjo una caída del empleo del 2,6 por ciento, inferior a 2010 (-9,2 por ciento), mientras que en la construcción se redujo con más intensidad (-12,2 y -6,7 por ciento, respectivamente).
IV trimestre
Pilar del Olmo también informó sobre los datos económicos del IV trimestre, en el que el Producto Interior Bruto registró un aumento interanual del 0,5 por ciento, seis décimas menos que el observado en los tres meses anteriores. Analizando la evolución del PIB desde la perspectiva de la oferta, durante el cuarto trimestre se produjo un peor comportamiento de todos los sectores productivos a excepción de la construcción, cuya actividad modera su ritmo contractivo. Así, el Valor Añadido Bruto (VAB) del sector primario aumentó en el cuarto trimestre de 2011 el 4,7 por ciento, un crecimiento similar al estimado en los tres meses anteriores, con mejores resultados del sector agrario que del ganadero.
El dato industrial creció el 2,1 por ciento interanual, inferior al 4,6 por ciento registrado en el trimestre anterior, como resultado de la desaceleración de la actividad productiva de las ramas energéticas y la contracción del VAB de las ramas manufactureras. En el sector de la construcción se observó un descenso del 6,4 por ciento interanual, más moderado que el registrado en el tercer trimestre de 2011 (-6,7 por ciento). Por último, el VAB del conjunto del sector servicios desaceleró su ritmo de crecimiento en el cuarto trimestre de 2011, situándose en el 0,4 por ciento interanual (0,7 en el trimestre anterior) como consecuencia del comportamiento menos dinámico de las actividades de servicios de mercado y el mayor descenso del VAB de los servicios no de mercado.
Desde el punto de vista de la demanda, aumentó la contribución negativa de la interna al crecimiento del PIB, de 0,4 a 1,1 puntos porcentuales, mientras el sector exterior creció una décima la contribución positiva en este último trimestre, que se situó en 1,6 puntos porcentuales.
El gasto en consumo final descendió el 0,3 por ciento interanual en el cuarto trimestre (en el anterior aumentó el 0,7). En el caso de los hogares bajó el 0,3 por ciento, frente al aumento del 0,9 del trimestre anterior, y en el de las administraciones públicas se contrajo igualmente el 0,3 por ciento (-0,2 en el periodo anterior), «con lo que reflejan la aplicación de las medidas de reducción de gasto». En cuanto a la inversión registró una caída interanual del 3,9 por ciento, inferior a la observada en el trimestre anterior (-4,1).
Por su parte, del Olmo resaltó de nuevo los datos de comercio exterior, que presentaron una aportación positiva al crecimiento del PIB de 1,6 puntos porcentuales en el último trimestre (una décima más que en el anterior), observándose un comportamiento más dinámico de las exportaciones y un menor crecimiento de las importaciones, que aumentaron el 2,7 y el 0,3 por ciento, respectivamente, con lo que el saldo de la balanza «sigue siendo más positiva si cabe y los socios europeos están tirando de la economía».
Por último, el empleo medido en puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo, descendió un 2,4 por ciento (-1,1 por ciento en el tercer trimestre). Su comportamiento mejoró en todos los sectores productivos excepto en el de servicios, donde se registró un descenso frente a los crecimientos de los trimestres anteriores. Este resultado, unido al importante peso de este sector sobre el total del empleo, provocó un mayor retroceso del empleo total en este trimestre. En cuanto a los demás sectores, el empleo aumentó de forma moderada en la industria y descendió en menor medida en los sectores primario y construcción.