Cerca del 60% de los parados de la Comunidad en 2012 sólo tenía formación básica
Las variables de submuestra de la EPA reflejan que el 81% de los asalariados de la región eran empleados con jefes y sin subordinados, el 7,7% mandos intermedios y el 7,4% encargados
El 59,5 por ciento de las personas que se encontraban en situación de desempleo en Castilla y León en 2012 (138.100) sólo tenía formación básica y de desarrollo personal, mientras que el 10,5 por ciento (24.300) poseían estudios de ciencias sociales, enseñanza comercial y derecho, y el 9,3 por ciento (21.700) de mecánica, electrónica y otra formación técnica de la industria manufacturera y de la construcción, según las variables de submuestra de la Encuesta de Población Activa (EPA) publicadas hoy por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Del resto de personas en paro el año pasado, el 4,2 por ciento (9.800) tenía formación en el ámbito de la salud y los servicios sociales; el 3,6 por ciento (8.400), en servicios; el 3,5 por ciento (8.100), en artes y humanidades; el 3,4 por ciento (8.000), en ciencias; el 3,3 por ciento (7.600), en educación; el 1,5 por ciento (3.500), en otros sectores, y el 1,1 por ciento (2.600), en agricultura.
En cuanto a las tasas de paro en la Comunidad por sector de formación alcanzado, entre los ciudadanos con formación básica eran del 23,24 por ciento; con estudios de educación, del 15,98 por ciento; de artes y humanidades, del 20,38 por ciento; de ciencias sociales, enseñanza comercial y derecho, del 16,45 por ciento; de ciencias, del 16,54 por ciento; de mecánica, electrónica y otra formación técnica de la industria manufacturera y de la construcción, del 14,14 por ciento; de agricultura, del 14,1 por ciento; de salud y servicios sociales, del 12,47 por ciento, y de servicios, del 23,53 por ciento.
Por lo que respecta a los ocupados el año pasado en la región, el 48,3 por ciento (456.000) poseía formación básica y de desarrollo personal; el 14 por ciento (131.700), de mecánica, electrónica y otra formación técnica de la industria manufacturera y de la construcción; el 13,1 por ciento (123.700), estudios de ciencias sociales, enseñanza comercial y derecho; el 7,3 por ciento (68.700), de salud y servicios sociales; el 4,3 por ciento (40.300), de ciencias; el 4,2 por ciento (39.800), de educación; el 3,3 por ciento (31.500), de artes y humanidades; el 2,9 por ciento (27.300), de servicios, y el 1,7 el por ciento (15.700), de agricultura.
Las variables de submuestra de la EPA también reflejan que, del total de trabajadores asalariados que había en 2012 en Castilla y León, el 81 por ciento eran empleados con jefes y sin subordinados, con un 85,5 por ciento de mujeres en esta situación y un 77,3 por ciento de hombres. Además, el 7,7 por ciento eran mandos intermedios (5,7 por ciento entres las mujeres y 9,4 por ciento entre los hombres); el 7,4 por ciento, encargados, jefes de taller o de oficina, capataz o similar (5,5 por ciento de mujeres y 8,9 por ciento de hombres); el 2,2 por ciento, directores de pequeñas empresas, departamentos o sucursales (1,7 por ciento de mujeres y 2,7 por ciento de hombres); el 1 por ciento, ocupados independientes sin jefes ni subordinados (1,3 por ciento de mujeres y 0,7 por ciento de hombres), el 0,5 por ciento, directores de empresas medianas o grandes (0,1 por ciento de mujeres y 0,9 por ciento de hombres).
En cuanto a la forma de su jornada laboral, el 65,8 por ciento de los asalariados tenían jornada continua (un 74,5 por ciento de las mujeres y un 58,7 por ciento de los hombres), mientras que el 33,3 por ciento contaba con jornada partida (un 24,8 por ciento de las mujeres y un 40,4 por ciento de los hombres).