Las empresas, responsables del 90% del recorte en I+D en la crisis

El esfuerzo inversor en investigación y desarrollo realizado por el sector privado y el público en la última década se ha ido al traste con la crisis. Entre 2008 y y 2011, el gasto en I+D ha retrocedido en Castilla y León un 22,4%, con el agravante de que el 88% del ajuste lo han realizado las empresas.

Así lo pone de manifiesto el informe 2013 sobre Tecnología e Innovación en España, de la Fundación Cotec, que anualmente ofrece una fotografía del sector en España, por comunidades autónomas, y en su comparativa con los países de la OCDE.

Emprendedores y Administra-ción autonómica elevaron la inversión en I+D a 740 millones hace cinco años, alcanzando el techo de la serie histórica. En 2011 —último año analizado, pero con la crisis aún efervescente—, esa cifra había bajado a 574 millones, lo que supone una disminución del 22,4%, casi sie-te veces mayor que la anotada por el conjunto de España (517 millones menos, el 3,5%).

Las restricciones presupuestarias, en el caso de los gobiernos, y la caída de la actividad y las dificultades de acceso al crédito, en el caso del tejido productivo, han menguado en 165,6 millones los recursos destinados a la investigación y el desarrollo en el periodo de tiempo analizado: 146 los han recortado las empresas y casi 20 millones, el sector público.

De esta forma, en el último año cerrado, las empresas invirtieron 312 millones en este sector por 261,4 de la administración. Según constata el informe, el 80% del gasto público ejecutado en I+D corre a cargo de la enseñanza superior, fundamentalmente las universidades.

Cierto es que la iniciativa privada ha tirado más del carro tecnológico en los últimos años, hasta el extremo de que en 2008, el año de los récords, el gasto privado llegó a representar el 62% de todo el que se eje-cutaba en Castilla y León.

Cinco años después, y cuando aún el tsunami económico sigue tocando tierra, ha bajado al 54,5%. En el conjunto de España, y aunque el gasto privado ha superado siempre la barrera del 50%, su peso se ha reducido 2,8 puntos.

En el ranking nacional, Castilla y León ocupa el sexto lugar entre las comunidades que mayor esfuerzo inversor en I+D están realizando, el 4% del total. Está por detrás de Madrid (26,5%), Cataluña (21,9%), Andalucía (11,6%), País vasco (9,9%) y Valencia (7,4%).

Años de bonanza

En años de bonanza, llegó a adelantar a la comunidad valen-ciana y ocupar el quinto puesto, coincidiendo con ejercicios en los que las empresas de la Comunidad hicieron una apuesta inversora fuerte en tecnología.

Su peso en relación con la riqueza también ha caído. En 2008, la I+D representaba el 1,31% del PIB regional y hoy ya sólo supone el 1%. En España, apenas ha adelgazado dos centésimas (equivale al 1,33%).

Medido en función del gasto per cápita, los castellanos y leoneses tocan a 225,6 euros (63 menos que hace cinco años), frente a los 300 de media (14 euros menos que en el inicio de la crisis). En paralelo a la caída que experimentan los recursos dedicados a la I+D, lo hace también el número de trabajadores que se dedican a la actividad.

Castilla y León ha perdido en esta crisis 467 empleos equiva-lentes a jornada completa, un 4,5%, y hoy tiene a 9.734 personas dedicadas a esta actividad.

Es una de las seis comunidades que ha restado mano de obra cualificada en el sector de la alta tecnología, junto a Madrid, Cataluña, Navarra. Aragón y Canarias. Las demás autonomías han sumado.

En el conjunto nacional

Por eso, en el conjunto nacional la destrucción neta de empleo en I+D se limita a 599 trabajadores, el 0,27%. Uno de los obstáculos más importantes a la inversión en I+D identificado por los expertos tiene que ver con el elevado desembolso económico que requiere cualquier proyecto de estas características y el largo periodo de tiempo que transcurre hasta que da resultados y sus beneficios revierten en el negocio; excusa ésta que está dilatando en España el ansiado cambio de modelo productivo. En este sentido, el informe de la Fundación Cotec ha medido la productividad que obtienen las empresas en España, tras realizar un esfuerzo en innovación.

En el caso de Castilla y León, la lectura de los resultados demuestra que sus emprendedores son los que más porcentaje de su cifra de negocio dedican a la innovación en el país, pero son los séptimos que menos réditos obtienen (en por-centaje de la cifra de negocio en productos nuevos y mejorados).

La autonomía mejor posicionada en España aquí es País Vasco: sus empresas gastan poco en I+D en comparación con su volumen de negocio, y son las que más beneficios logran en este campo.