«Gracias sobre todo a los que me han dado su confianza»

La vallisoletana Ángela Bachiller, de 30 años de edad, tomó ayer posesión de su cargo como concejala del Ayuntamiento de su ciudad en sustitución de Jesús García Galván que dejó el puesto tras conocerse se imputación en el ‘caso Arroyo’.

Con un vestido de raso azul marino y beige, y una chaqueta de color hueso, Ángela hacía su entrada en el Salón de Plenos pasados unos minutos de la nueve de la mañana. Nerviosa por la expectación que ha levantado en toda España su nombramiento, la nueva concejala subió al estrado, rodeada de decenas de cámaras de fotos y de televisión, para «jurar» el cargo, con lealtad al Rey, ante la Constitución española.

Apenas se le podía ver. Jamás ha habido tantos medios de comunicación siguiendo un nombramiento ni un pleno en el Ayuntamiento de Valladolid. Todos querían inmortalizar este hecho histórico. «Lo lamentable es que hayamos tenido que esperar treinta años para tomar esta decisión », espetó el alcalde de Valladolid, Francisco Javier León de la Riva, que ayer quedó como ‘el segundón’, acaparando todos los flashes y la atención Ángela Bachiller.

La nueva concejala tomó asiento y siguió, al igual que sus compañeros del bancada, las cinco horas de Pleno. Durante los primeros minutos, esbozaba sonrisas cada vez que la mirada se le escapaba hacía arriba, hacia el balcón que tenía justo en frente, la tribuna de los invitados en la que se encontraban sus padres Ángel e Isabel, sus abuelos y su hermana Lara, Policía Nacional en Barcelona y que no quiso perderse este momento tan especial.

Todos los ojos estaban puestos en ella ayer. Por eso, quizá, y ante la presión que dan decenas de cámaras de fotos y de televisión enfocando, Ángela Bachiller sólo pudo decir un trastabillado: «Gracias por todo, sobre todo a los que me han dado su confianza».

La nueva concejala del Ayuntamiento de Valladolid fue la primera persona con síndrome de Down de Castilla y León que obtuvo el grado de Formación Profesional de Auxiliar Administrativo, lo que le valió entrar a trabajar de prácticas cuatro meses en la Junta y más tarde pasaría al Consistorio, a la Concejalía de Bienestar Social.

«Empezó con un contrato financiado por la Junta de Castilla y León y la experiencia nos gustó mucho y el Ayuntamiento le hizo uno después», explicó la edil de Bienestar Social, Rosa Hernández, hasta hace unos días ‘su jefa’, porque Ángela ha dejado su trabajo, incompatible con las tareas de concejala.

Pero el camino no ha sido fácil. Quién así resumía la trayectoria de Ángela es su madre, Isabel Guerra. Conseguir la normalización de esta joven de 30 años ha supuesto un gran esfuerzo, pero sobre todo, mucho trabajo de sus padres. «De pequeña fue a la guardería, igual que su hermana, y al mismo colegio las dos. Luego, me interesaba que terminase la educación secundaria y pedí más tiempo en el instituto para ella, para que pudiera adquirir los mismos conocimientos que sus compañeros », relató.

«Desde los cuatro años, Ángela tiene una agenda». Y así, con mucho tesón, esta joven aficionada a la cultura, a los viajes y a la música, se ha hecho una mujer independiente. «Hemos querido que tenga una vida totalmente normal, como cualquier persona».

El presidente del Grupo Municipal Socialista, Óscar Puente, no quiso entrar a valorar la incorporación de Ángela Bachiller y únicamente se limitó a mostrar su «respeto por la decisión del PP de incorporarla a sus listas». Por su parte, el portavoz del Izquierda Unidad en el Ayuntamiento, Manuel Saravia, destacó la normalidad de esta decisión porque «era la siguiente en la lista electoral, lo raro sería que la hubiesen saltado».