Fermoso se escuda ahora en que todas «fueron decisiones colegiadas»

El ex presidente de Caja Duero y presidente cuando se cerraron las dos ruinosas operaciones para la entidad con Nozar, Julio Fermoso, cambió su argumentación ayer frente a la que el lunes pasado ofreció a El Mundo/Diario de Castilla y León cuando aseguró que no tenía nada que decir, «porque sé lo mismo que usted me está contando ahora mismo».

Una declaración que ayer cambió radicalmente: «Me ratifico en la legalidad de las operaciones». Pero las aseveraciones del que fuera presidente cuando se firmó la compra a Nozar del edificio Titán en Madrid por 55,8 millones y cuando se autorizó, un mes después, la concesión de un crédito de 35 millones a la constructora fue mucho más allá al repartir ahora responsabilidades entre todos los miembros de su ejecutiva.

«Fueron decisiones colegiadas. Se actuó de acuerdo con las normas que se aplicaban», remarcó Fermoso.

Quien se mantuvo en su intención de no decir nada al respecto de la investigación abierta por el Juzgado de Instrucción número 52 de Madrid, a raíz de la denuncia del Banco Ceiss, fue el ex director general de Caja Duero, Lucas Hernandez quien, en declaraciones a La Gaceta de Salamanca , se limitó a decir que «lo que tenga que decir lo dirá ante el juez».

Quienes sí se defendieron fueron algunos de los miembros de la entonces ejecutiva de la entidad salmantina, aunque también los hubo como el ex alcalde de Salamanca, Julián Lanzarote, que prefirió echar balones y se escudó en sus vacaciones y en que era un tema de hacía ya cinco años del que ni se acordaba.

El próximo paso será ya el 24 de septiembre, cuando Julio Fermoso y Lucas Hernández se sentarán como imputados delante del juez.