Las Cortes dan voz a las víctimas

La Mesa de las Cortes de Castilla y León acordó ayer, por unanimidad, la concesión de la Medalla de Oro del Parlamento autonómico a las víctimas del terrorismo en la Comunidad, una distinción que recibirán el próximo 25 de febrero, en coincidencia con el XXXII aniversario del Estatuto de Autonomía.

La Mesa de la Cámara autonómica otorgó el galardón a las víctimas del terrorismo «en su condición excepcional de acreedoras del reconocimiento público, respeto y solidaridad» por parte del conjunto de Castilla y León, informaron fuentes de las Cortes en un comunicado.

«De este modo, la Mesa quiere expresar una vez más su condena más enérgica al terrorismo y su solidaridad con los damnificados», precisaron dichas fuentes a la agencia Efe.

La Medalla de Oro de las Cortes es la «más alta» distinción honorífica el Parlamento y su objetivo es «reconocer, honrar y agradecer los servicios, méritos y acciones» de personas e instituciones que hayan contribuido decisivamente a su mejora, desarrollo y enaltecimiento, según explica el Reglamento de Honores y Distinciones de la Cámara.

Reacción

El presidente de la Asociación de Víctimas del Terrorismo de Castilla y León y víctima de un atentado de la banda ETA, Juan José Aliste, se mostró ayer agradecido por el reconocimiento que supone la concesión de la Medalla de Oro de las Cortes de Castilla y León, algo que, en su opinión, servirá para que puedan llegar a «más víctimas» del terrorismo de la autonomía.

En declaraciones a Ical, Aliste valoró la decisión adoptada por unanimidad en la Mesa de las Cortes de Castilla y León de otorgar esta Medalla a la organización en su condición excepcional de acreedoras del reconocimiento público, respeto y solidaridad por parte del conjunto de la sociedad de Castilla y León.

Aliste explicó que esta decisión supone un «homenaje» a todas las víctimas que han sufrido el terrorismo y también para sus familias. Aunque dijo que ha supuesto para ellos «una verdadera sorpresa», demuestra la solidaridad de las instituciones con los damnificados y su condena a cualquier forma de terrorismo. En este sentido, confesó que la asociación se ha sentido «arropada» desde hace muchos años por parte de las instituciones de Castilla y León. Sin embargo, reconoció que las víctimas son muy «sensibles» con cuestiones de ámbito nacional, como las que tienen que ver con las excarcelaciones de presos etarras.