Diario de León

Medio Ambiente

En Soria no quedan manadas de lobos

Los furtivos, la ganadería extensiva y el veneno hace que la presencia del animal en tan sólo testimonial

Publicado por
LUCÍA SÁNCHEZ
León

Creado:

Actualizado:

El número de ejemplares del lobo ibérico (cani lupus signatus) en Soria es casi testimonial, a pesar de ser un lugar con hábitats para su reproducción y campeo idóneos. Los 12 voluntarios encargados de realizar el primer censo del lobo ibérico en esta provincia para el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), que lo realiza en colaboración con el Museo de Ciencias Naturales de Madrid, no han hallado indicios de que exista una manada estable en este territorio, aunque sí existan algún ejemplar suelto o lobos solitarios.

El coordinador del voluntariado y autor de la publicación sobre naturaleza ‘Encuentros con la fauna’, Valentín Guisande, señala que la presencia del lobo en esta provincia, a pesar de los intentos de los conservacionistas por garantizar la especie, sigue en blanco y lo único que se encuentra son indicios de que puede haber algún lobo divagante procedente de Segovia, Guadalajara, Burgos o La Rioja.

El último censo oficial realizado por la Administración regional entre 2012 y 2014 determinó que había dos manadas en Soria entre la Sierra de Urbión y el Sabinar de Cabrejas del Pinar, que actualmente no habitan en este territorio. El año pasado abatieron una loba en Brieva de Cameros (La Rioja) y el anterior una loba preñada en Aldea del Pinar (Burgos), dos lugares limítrofes con Soria. Ambos hechos se sospecha que ha influido para desmembrar las dos manadas que por aquellas fechas sí habitaban en la provincia castellano y leonesa.

“Los lobos no entienden de límites geográficos y son territoriales. No podemos asegurar a ciencia cierta que estos ejemplares legalmente abatidos fueran propios de nuestro territorio, pero es extraño que no se atisbe ningún indicio de que están”, denuncia. Los 12 voluntarios y el coordinador en Soria realizan transectos o rutas mensualmente para conocer el estado de la especie, al margen de los censos que realiza la Junta a través del Plan de Conservación y Gestión del Lobo, actualmente tumbado por el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León.

En los recorridos circulares que realizan determinan los indicios que hallan: heces, huellas, raspaduras y carroñas. Además, la minuciosidad que les requiere el CSIC les obliga a medir los indicios, situar con precisión GPS los hallazgos e incluso discernir qué otro animal han ingerido. Al margen de este trabajo de Valentín Guisande se encarga de colocar en lugares estratégicos, cuando se encuentra algún hallazgo, cámaras de fototrampeo y actualmente no entra en su radio de acción ningún lobo ibérico. En 2014 el fotógrafo logró grabar una manada de lobos, que estaba compuesta por un macho alfa y una loba híbrida, que tuvieron descendientes, uno de los cuales apareció muerto en la N-234 cerca de la ermita de La Blanca en Cabrejas del Pinar.

“Está quizás era la manada más oriental del cuadrante noroccidental de la Península Ibérica y ya no está en este territorio porque es sabido que, si se los incordia, se desplazan”, recuerda. Sus afirmaciones de la desaparición del lobo en Soria vienen corroboradas por la propia Junta de Castilla y León que en el paralizado Plan de Conservación para la especie determinó que en Soria no se podía abatir ni un sólo ejemplar. “La propia Administración reconoce que no hay demasiados ejemplares porque pretendían matar a 143 lobos en toda la región y a Soria le asignaron cupo cero. Además, los ataques al ganado son inexistentes, indicio más que suficiente para señalar de que no existen y sólo hay ejemplares sueltos”.

En Soria el lobo ibérico podría expandirse con facilidad, ya no sólo por sus extensas zonas boscosas sino por el elevado número de animales silvestres que hay, sin embargo, según el experto “algo” le impide hacerlo. Entre las razones, Guisande achaca tres principalmente: la ganadería extensiva, el envenenamiento y los furtivos.

Guisande muestra su empatía con el sector ganadero, que en muchas ocasiones, no habitualmente en Soria pero sí en otros lugares de Castilla y León, han visto mermados sus ingresos por los ataques al ganado. Sin embargo, advierte que el lobo y el ganado ovino sí son compatibles. Bastaría con poner más mastines con carlancas en los rebaños de ovejas y guarecerlas por la noche en una corraliza. “Se deben utilizar más medidas preventivas”, puntualiza.

Beneficio para el equilibrio

“En Soria al lobo se le ha dado caña y existen causas, que no se pueden determinar con certeza, por las cuales no se reproduce y por las cuales no hay manadas estables. En las zonas limítrofes a Soria es necesario que se le deje de acosar”, indica, para criticar que la Junta de Castilla y León sobreestime las manadas, ya que a veces son compartidas por dos territorios y se las asigna a los dos.

Es más el naturalista aboga porque el lobo ibérico sea una especie protegida, tal y como es en Portugal, y se conciencie a la sociedad que hace mucho que, gracias a Félix Rodríguez de la Fuente, esta especie dejo de ser “alimaña”.

Recuerda el beneficio del lobo para mantener el equilibrio poblacional en el resto de especies y la cadena trófica, ya que regula a los animales enfermos y permite que no hay superpoblación de otras especies como los corzos, ciervos y jabalíes.

De los 12 voluntarios que trabajan por la recuperación del lobo ibérico en Soria, tan sólo uno ha avistado dos ejemplares juntos en el sur de la provincia. Guisande, amante de la naturaleza y que ha logrado fotografiar a todas las especies de vertebrados que habitan en Soria, concluye que uno de sus retos es ver en el paraíso natural que es Soria un lobo en libertad con sus propios ojos.

tracking