El fin del peaje en la AP-1 abre la vía a 30.000 vehículos
La autopista registra cada día el paso de unos 21.000 automóviles.
j. a. | burgos
La liberalización de la AP-1, entre Burgos y Armiñón, la pasada medianoche, podría elevar hasta los 30.000 vehículos la intensidad media diaria de esta autopista que con sus 84,3 kilómetros canaliza el tráfico entre el centro y el norte hacia Europa. Hasta ahora, la vía de peaje registraba el paso de casi 21.000 vehículos, a los que se unirán gran parte de los 9.000 que soporta actualmente la N-I, lo que aliviará la circulación por esta carretera donde se han sucedido los accidentes.
La autopista, la primera en España que completa su contrato de concesión y regresa a manos del Estado, registra en lo que va de año, con datos de los diez primeros meses, un crecimiento del 1,84 por ciento de los usuarios, inferior al 2,6 por ciento del conjunto de la red viaria de pago dependiente del Ministerio de Fomento. Todo ello sitúa la Intensidad Media Diaria (IMD) en los 20.858 vehículos, de los que 3.721 son pesados. También la N-I registra en la zona más septentrional y en la cercana a la capital burgalesa unos 9.000 vehículos.
De esta forma, se cumple la promesa de ministro de Fomento, José Luis Ábalos, de acabar con el peaje de la AP-1, tras cuatro décadas de explotación, lo que abre un nuevo horizonte en el que se reclaman nuevos accesos y un tercer carril, ya que podría convertirse en una de las vías con más tráfico de las autopistas españolas, en línea con los 29.386 que registra la AP-6, Villalba-Adanero, que comunica Castilla y León y la Comunidad de Madrid.
Tras años de caídas del número de usuarios, la AP-1 ha logrado elevar en 2018 el número de usuarios hasta rozar los 21.000, una cifra no vista desde el año 2010 y similar a la de 2003. Ahora, con el fin del peaje, el tráfico rodado de la autopista podría crecer y superar los casi 24.000 vehículos.