El Manifiesto por Fontaneda pide a UB que negocie ya con otra empresa

Los firmantes exigen en su texto que dicha operación mercantil garantice el mantenimiento de empleo en la factoría de Fontaneda «conjugando decisiones individuales de los trabajadores actuales y la contratación periódica en el tiempo de nuevas contrataciones». Asimismo, el manifiesto pide que, como consecuencia de la apertura de las citadas negociaciones, United Biscuits paralice el periodo de consultas previo a la decisión del traslado forzoso en aplicación del artículo 40 del estatuto de los trabajadores. Por otra parte, el Manifiesto destaca que la decisión de cierre de la factoría de Fontaneda en Aguilar de Campoo, y el consiguiente traslado forzoso de todos los trabajadores a los centros de trabajo de Viana y Orozco supone un «grave revés» para Castilla y León y especialmente para la comarca de Aguilar de Campoo y el norte de la provincia de Palencia, «afectada desde hace años por el declive demográfico y por una alta tasa de población desocupada». En opinión de los firmantes del Manifiesto, la consecuencia de la decisión de UB incrementaría exponencialmente estos problemas dado que implicaría la pérdida de una gran cantidad de puestos de trabajo, tanto de los 240 trabajadores directos como de los indirectos que subsisten gracias al comercio y otras actividades económicas generadas por la mera existencia de la factoría, y generaría un éxodo de multitud de habitantes hacia otras comunidades y búsqueda de las medidas necesarias que garanticen su subsistencia causando un evidente desarraigo poblacional y generacional. UB recuerda su posición Por su parte, la multinacional United Biscuit contestó en un comunicado al manifiesto. UB recordó el compromiso empresarial en España, en el sentido de mantener su plan de inversiones en diferentes centros de todo el territorio nacional, cifrado en 21 millones de euros. Por otro lado, señala que es la única propietaria de Marbú S.A y, por consiguiente, de la factoría de Aguilar de Campoo (antigua Fontaneda). Y que por lo tanto, matiza UB, es la única parte capacitada para tomar las decisiones más pertinentes sobre el futuro de la misma. Igualmente, añade en el comunicado que intentó vías de solución, desde un expediente de regulación de empleo, acompañado por un plan social responsable con los trabajadores, hasta el intento de acuerdos con terceras partes. Pero, debido a las exigencias requeridas a UB no pudo culminarse con ningún acuerdo definitivo.