Pactar o no con Vox tras el 13-F, un arma electoral para Andalucía y el 2023
Pablo Casado ha llamado a filas a la cúpula popular, mañana en Madrid. DL
La decisión de pactar o no con Vox que tendrá que tomar el Partido Popular tras las elecciones de este domingo en Castilla y León se convertirá en un arma electoral de las principales formaciones políticas ante las próximas elecciones en Andalucía y las municipales, autonómicas y generales de 2023.
Todo el debate del día después de esos comicios se ha centrado en la posibilidad de que el partido de Santiago Abascal entre por vez primera a formar parte de un gobierno autonómico, algo que él mismo dejó claro en la noche electoral que es lo que pretende.
Vox es la formación política que más ha subido y la que puede garantizar al Partido Popular un ejecutivo con mayoría suficiente presidido por Alfonso Fernández Mañueco.
El PP es consciente de ello, y el propio presidente castellano y leonés en funciones ha afirmado que hablará con Vox como con el resto de partidos, pero en ningún momento, ni desde la dirección nacional ni la regional, se ha asumido que ese pacto acabará llegando.
Por el contrario, los mensajes que se lanzan es que, más allá del diálogo, el objetivo es gobernar en solitario.
Llegar a un pacto con Vox sería un punto de inflexión en las estrategias políticas que iría mucho más allá de la conformación del nuevo gobierno de Castilla y León.
Serviría de argumento a los partidos ante los comicios que esperan próximamente, los más cercanos los andaluces y, después, los municipales que se celebrarán el 28 de mayo de 2023 junto a los de gran parte de las autonomías y los generales que Pedro Sánchez insiste que serán a finales de ese año.
El PSOE, pese a que algún dirigente como el alcalde de Valladolid, Óscar Puente, ha planteado que debería abstenerse en la votación de investidura de Fernández Mañueco para que no dependa de Vox, no piensa hacerlo.
Lo ha dejado claro el portavoz de la Ejecutiva socialista, Felipe Sicilia, tras la reunión presidida por Sánchez en la que han analizado los resultados de las urnas, al asegurar que es el PP el que tiene que tomar la decisión de depender o no de Vox (algo que da por hecho) después de adelantar las elecciones por lo que interpreta como un mero interés partidista.
El PP sabe lo que se juega con su decisión de pactar o no con Vox y por eso no cierra públicamente ninguna puerta y gana tiempo
El escenario de Mañueco teniendo como vicepresidente a Juan García Gallardo, el líder del partido de Abascal en Castilla y León, es el que esperan los socialistas para que quede en evidencia que el PP es capaz de llegar a esos pactos con Vox y alertar de que es lo que podría ocurrir en las próximas convocatorias electorales.
Ese "miedo a Vox" están convencidos de que daría al PSOE réditos electorales en próximos comicios, los primeros los de Andalucía.
De momento, los resultados del 13F parecen haber frenado que se vaya a adelantar unos meses de la convocatoria de elecciones en esa comunidad, algo que se daba por hecho semanas atrás como estrategia de Pablo Casado.
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, pasea junto al consejero de Presidencia, Administraciones Públicas e Interior de la Junta de Andalucía, Elías Bendodo. JOSÉ MANUEL VIDAL
El consejero de Presidencia andaluz, Elías Bendodo, ha rechazado una lectura andaluza de los comicios en Castilla y León y ha recalcado que la intención del presidente de la Junta, Juanma Moreno, es convocar a las urnas cuando toca, a finales de este año.
El PSOE, pese a que algún dirigente como el alcalde de Valladolid, Óscar Puente, ha planteado que debería abstenerse en la votación de investidura de Fernández Mañueco para que no dependa de Vox, no piensa hacerlo
Además ha vuelto a defender el pacto con Ciudadanos. El dirigente de este partido y vicepresidente andaluz, Juan Marín, ha reiterado que no habrá elecciones anticipadas al tiempo que ha acusado a Casado y Mañueco de "entregar a la extrema derecha" el gobierno de Castilla y León.
El PP sabe lo que se juega con su decisión de pactar o no con Vox y por eso no cierra públicamente ninguna puerta y gana tiempo a la espera de próximas conversaciones.
Pero su aspiración es no tener que recurrir a ese pacto y podría llegar a rechazarlo, incluso jugándose que Mañueco no fuera elegido para que la formación de Abascal quedara "retratada".
Si en la sede popular de Génova consideran que el 13-F confirma que se está en un cambio de ciclo electoral que acabará con Sánchez fuera de la Moncloa, los socialistas subrayan que el único cambio de ciclo está en la derecha porque el PP ha pasado de pactar con Ciudadanos a tener que hacerlo con Vox.
Además, afirman que no tienen nada que ver las elecciones en Castilla y León con unas generales.
En cualquier caso, el 13F no fue positivo para los socios del Gobierno, ya que si los socialistas perdieron apoyo, lo mismo ocurrió con Unidas Podemos, que sólo tendrá un representante en las Cortes autonómicas.
Yolanda Díaz apoyó en sólo una ocasión la campaña de Pablo Fernández (Unidas Podeos). MARIAM S. MONTESINOS
La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, ha utilizado también el argumento de Vox para lamentar que cuestiones como la sanidad, la educación, los derechos de las mujeres, el trabajo y el bienestar social vayan a depender de este partido.
Pero también ha reconocido que hace falta una "reflexión profunda". "La ciudadanía que quiere cambios y exige ambición de transformación está ahí esperando. Solamente tenemos que mirar al lugar correcto y estar a su altura", ha añadido.