San Ildefonso vuelve a ser honrado con bailes en Casarejos

Los ocho danzantes de la localidad soriana de Casarejos rememoraron ayer el tradicional baile del paloteo en honor de San Ildefonso, como apertura de las fiestas patronales de la localidad. En la iglesia parroquial y después de la misa, los ocho varones, al son de gaita y tamboril escenificaron las once danzas en las que emplearon los palillos. Según un miembro del grupo de danzarines, Gregorio Elvira, «desconocemos cuál es el origen de estas danzas, aunque algunos expertos apuntan que están relacionadas con la cultura celtíbera». En este sentido añadió que la música que acompaña a cada una de las danzas posee una letra que está relacionada con la historia de la carretería, actividad que han desarrollado durante siglos los habitantes de la comarca de Pinares. Las danzas de Casarejos se perdieron durante 30 años y se recuperaron por los jóvenes de la localidad que son los que cada año las bailan en la iglesia el día de San Ildefonso y el día posterior, en honor a la Virgen de la Paz. El grupo de danzantes, acompañados de dos adolescentes, denominados bobos que son los encargados de portar los palillos, ocuparon el altar mayor de la iglesia después de la misa para la representación. De las once danzas, Gregorio Elvira, destacó la octava, llamada «La Gracia» por ser la más larga y el choque de los palos es de medio lazo y el más fuerte, lo que roto algún palillo.