Diario de León

| Crónica | En el hemiciclo |

Estrenos, regalos rechazados y muchísimas caras nuevas

Villalba en el momento de jurar su cargo como procurador

Villalba en el momento de jurar su cargo como procurador

Publicado por
Rosa Masegosa - Valladolid
León

Creado:

Actualizado:

Pocas veces se ha visto tan lleno el castillo de Fuensaldaña como ayer, durante la sesión constitutiva de las Cortes de Castilla y León que, en palabras del propio Fernández Santiago, «casi parecía una boda». Y eso que ni uno solo de los procuradores abandonó su escaño durante todo el tiempo que duraron las votaciones y la posterior entrega de medallas, que no fue poco. A pesar de ello, los estrechos pasillos del viejo castillo se quedaron más pequeños de lo habitual a la hora de albergar tanto ir y venir de invitados, autoridades, periodistas y otras especies sin determinar. Mucho «qué hay de lo mío», más de una cara expectante y, sobre todo, un gran número de rostros nuevos, -no hay que olvidar que se ha renovado más de la mitad del hemiciclo-. Sin embargo, la anécdota del día, como no podía ser de otra forma, la protagonizaron los dos procuradores de la Unión del Pueblo Leonés. Los ahora más solos que nunca, Joaquín Otero y José María Rodríguez de Francisco, que por primera vez votaron la elección del presidente de las Cortes, aunque fuera en blanco, no quisieron perder la oportunidad de defender su máxima aspiración en el momento de jurar sus cargos como procuradores. Así, cuando les tocó acercarse al presidente, ambos leonesistas afirmaron: «Sí juro», a lo que añadieron: «por la utonomía de la región leonesa». Además, no contentos con ese atrevimiento, -en cualquier caso válido como juramento-, Otero y De Francisco devolvieron la medalla de procurador que les entregaba el recien designado nuevo presidente de las Cortes, quedándose únicamente con la caja que la contenía que, se supone, les pareció de mayor utilidad. Jurar o prometer El resto de procuradores siguió el guión previsto, sin saltarse una coma, por más que algunos se empeñaran en buscar comparaciones entre el tranquilo y pacífico castillo de Fuensaldaña y la alterada Asamblea de Madrid. La mayor parte de los socialistas prometieron su cargo, mientras que casi todos los populares eligieron la fórmula del juramento que, a diferencia de la anterior y sin que esto quiera decir nada en absoluto, entraña cierto matiz religioso. Por lo demás, la jornada de ayer fue la del estreno del secretario regional de los socialistas castellanos y leoneses, Ángel Villalba, como parlamentario de Fuensaldaña, algo que, se sabe, deseaba de veras. No obstante, no será hasta el próximo pleno, el de investidura, cuando el leonés Villalba pueda desmostrar sus dotes oratorias frente a las de Juan Vicente Herrera en un ámbito muy diferente al de los micrófonos de la prensa. Las malas lenguas también dicen que ayer no sólo fue el estreno de la mayor parte de los procuradores autonómicos, sino también su última intervención ante el pleno. Parece cruel pero no sería nada extraño de continuar la tónica de la pasada legislatura. No obstante, habrá que otorgar el beneficio de la duda tanto a las caras nuevas como a las ya conocidas.

tracking