La conexión «político-rosa»

Pocas veces la vida política ha estado tan cerca de la crónica rosa como estos días. Y es que, como si de pequeñas peluquerías andantes se tratara, en los corrillos político-periodísticos de Valladolid no se habla de otra cosa que de la ya famosa concursante del programa más polémico de Telecinco y su supuesta vinculación con el principal partido de la comunidad. Su nombre de pila, Aida, es suficiente para generar todo tipo de comentarios, afinidades, críticas y, sobre todo, sobre todo, rumores. Pero ya se sabe que los rumores son tan sólo situaciones de falta de información y, como tales, nunca deben tenerse en cuenta más allá del deporte más practicado del mundo, el chismorreo. Ése no está siendo el caso de Aida, una persona muy conocida en la capital vallisoletana que, para su suerte o su desgracia, se ha convertido en la comidilla de todo el mundo. Que si ha trabajado en el PP, que si contaba con «enchufes» en las altas esferas de Castilla y León, que si había tenido «amores» con unos y con otros, que si¿ Vamos, que como en toda historia que se transmite de boca en boca, la de Aida tiene más de leyenda que de realidad. No obstante, hay quien asegura que determinados políticos del PP, con nombres y apellidos, sudan tinta cada vez que encienden el televisor, ante el temor de que su nombre o su apellido, -o los dos juntos, que es peor-, aparezcan en alguno de los numerosos «espacios del corazón» que invaden la programación televisiva. Una tradición que se pierde Mientras de todo eso se habla cada vez que un político del PP se da la vuelta, Juan Vicente Herrera aprovecha para llamar «churrero», o poco más o menos, al líder de los socialistas, Ángel Villalba. Y es que el político leonés ha arremetido duramente esta semana contra los presupuestos anunciados, -que no presentados-, por el presidente de la Junta de Castilla y León. Recapitulando, el pasado lunes Herrera hacía publicas las líneas maestras de las cuentas de la comunidad para el año que viene en la tradicional rueda de prensa que se celebra tras el Consejo de Gobierno extraordinario sobre presupuestos. Por cierto que este año Herrera ha roto una tradición iniciada por su antecesor, Juan José Lucas, quien convirtió en una cita especial esta tediosa reunión económica, al celebrarla cada año en una localidad señalada de cada una de las provincias de la comunidad. Pues bien, nada más conocer esas líneas maestras de los presupuestos de la Junta, Ángel Villalba salía a la palestra poco menos que para llamar mentirosos a los miembros del Ejecutivo ya que no se cree el fuerte crecimiento de las cuentas del próximo 2004 sin una subida similar de los impuestos que recauda la comunidad. Si bien Herrera no suele contestar a su principal contrincante político a las primeras de cambio, -y mucho menos en términos agresivos-, esta semana tuvo una ocasión de lujo para lucir sus capacidades oratorias puesto que su partido celebró en Valladolid un encuentro dirigido a formar a sus procuradores más novatos en el que estuvo presente la plana mayor de PP. Fue allí donde llamó churrero a Villalba. Vamos, que le dijo que ya había puesto en marcha la «churrería» de críticas contra los presupuestos de la Junta ya que, al parecer, se repiten más que este producto de la gastronomía española más popular. ¿Serán los nervios o es que no se le ocurrió un simil mejor?