Herrera defiende a las autonomías como administración de referencia

El presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, abogó ayer por que las autonomías sean la «administración de referencia» en sus respectivos territorios y asuman «las principales responsabilidades de gestión» con espíritu de lealtad y colaboración hacia la Administración Central. En su conferencia «Las Comunidades Autónomas en una Europa con Constitución», pronunciada anoche en el Club Siglo XXI de Madrid, Herrera apostó por perfeccionar el funcionamiento del Estado de las Autonomías a través de nuevas formas de concebir las Administraciones Autonómicas, el Estado y las relaciones entre ambos. En el primer aspecto, su propuesta, próxima a las tesis de «administración única» que defienden otros líderes regionales como el presidente de la Xunta de Galicia, Manuel Fraga, consistiría en «llegar al objetivo general de que en el territorio de cada comunidad autónoma de ser su administración la llamada a constituirse en la administración de derecho común o de referencia como principal Administración gestora». Por ello, añadió, «aplicando fielmente los principios de lealtad, de colaboración, de responsabilidad podemos conseguir un estado donde las principales responsabilidades de gestión puedan ser asumidas sin recelos por las Administraciones autonómicas». En este punto, el presidente castellano y leonés matizó que no pretende «adelgazar el Estado» sino que a éste «no le hace falta un instrumento central y único para el cumplimiento de sus fines ya que la mayoría de ellos pueden ser ejercitados a través de las administraciones autonómicas». Además, Herrera advirtió que su propuesta no supone ninguna aproximación a posturas nacionalistas, sino que la presentó como «una alternativa técnica basada en los principios de eficacia y servicio cercano al ciudadano». En paralelo, la Administración central debería ajustarse a este nuevo modo de entender el papel de las comunidades autónomas, pero no poniendo el acento en la reducción de ministerios o funcionarios, sino en su función. Es decir, debe abandonar la «cultura del expediente» y «no seguir pegada a la ventanilla» sino reducir su estructura gestora y reforzar su parte directiva, planificadora y de control. Reforma del Senado Como tercer pilar sería preciso «un adecuado sistema de conexión entre los distintos poderes territoriales», papel que debería jugar un Senado tras una reforma que, en su opinión, no precisa modificar la Constitución y que debería incluir la presencia ordinaria de los Presidentes Autonómicos, el debate de las iniciativas de mayor trascendencia territorial y la participación de las comunidades autónomas en la formación de la voluntad del Estado en Europa. En toda su intervención Herrera hizo hincapié en que las autonomías son un «instrumento ideal para aproximar, sumar, unir, crecer y prosperar» y advirtió de que «se equivoca gravemente quien las conciba para dividir, alejar, restar, empobrecer o debilitar», así como quienes consideran «que el sistema autonómico está ya acabado».