Un decreto transitorio permitirá seguir aplicando la Ley del Vino nacional

La Junta de Castilla y León aprobó ayer un decreto que regulará de manera transitoria la aplicación de la Ley del Vino nacional en Castilla y León. De este modo, la Consejería cubrirá el vacío que iba a producirse en el sector ante la imposibilidad de aprobar una ley autonómica antes de julio, fecha tope que la normativa nacional establecía para que las diferentes comunidades autónomas pusieran en marcha sus respectivas regulaciones regionales. La principal consecuencia que tendrá este decreto es la prórroga del mandato de los actuales Consejos Reguladores de las denominaciones de origen de Castilla y León. Si bien estaba previsto que a finales de este año se celebrase un nuevo proceso electoral en todos ellos, el retraso de la Ley del Vino de Castilla y León, -que con toda probabilidad no verá la luz hasta el 2005-, obliga a postergar también la renovación de estos órganos reguladores. Más retrasos Asimismo, durante este régimen transitorio resultará muy complicado que se aprueben nuevas denominaciones de origen en la región. De hecho, el decreto establece que el proceso de ascenso de un vino de la tierra al siguiente escalón de calidad, los vinos con indicación geográfica protegida, podrá seguir «avanzando», aunque no constituirse como tal. Según esto, los vinos que estaban pendientes de adquirir el sello de denominación de origen (como los Vinos de la Tierra de León), podrían sufrir un nuevo retraso en el proceso hasta la aprobación definitiva de la Ley del Vino de Castilla y León.