La entrevista que se convirtió en examen parcial

Desde que se ha conocido la fecha de la primera reunión que mantendrán el presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, y el del Gobierno central, José Luis Rodríguez Zapatero,-que se celebrará el próximo miércoles 7 de julio en Madrid-, es como si ambos responsables políticos fuesen a someterse, cual nerviosos estudiantes pre-universitarios, a una dura prueba de la selectividad de la cual, sólo uno pudiera salir triunfante. El primero, porque después de cuatro meses desde que se celebraran las elecciones generales ha acumulado un buen número de reivindicaciones de gran calado, como la defensa del Archivo de la Guerra Civil, la protección del sector minero de la comunidad o la necesidad de impulsar las infraestructuras pendientes, a las que, por lo menos, deberá lograr una respuesta por parte del presidente del Gobierno. Y el segundo, porque es la primera vez que será examinado por el otro bando desde su propia tierra, por lo que la lupa está asegurada. Vamos, que ambos, curtidos en mil entrevistas, se convertirán a su vez en tenaces entrevistadores obligados a conseguir a toda costa un titular o, lo que es lo mismo, algo en claro. Por ello, el presidente Herrera ya se ha puesto a trabajar y después del amplio repaso para el que le ha servido el reciente debate sobre el estado de la comunidad, -celebrado el pasado martes en Fuensaldaña-, ya sólo le queda mantener un buen número de reuniones con todos los sectores políticos, sociales y económicos al objeto de que cada uno de sus representantes le «apunten» las últimas cuestiones que memorizar antes de someterse a tan esperado examen. También con Villalba Así, y aunque Silván, dijo en un primer momento que no, Juan Vicente Herrera también se reunirá con el líder de la oposición, Ángel Villalba, con el que a lo largo del útlimo año sólo ha mantenido otro encuentro oficial, precisamente el que celebró con carácter protolocario nada más tomar posesión de su puesto como presidente de la Junta. Lo que no está muy claro es que si Herrera y Zapatero son los examinados; Villalba, Otero, -quien incluso fue invitado a acudir al examen «para chivar»-, y el resto, los apuntadores, ¿quién es el examinador? A todas luces, y a la vista de lo que se juegan al volver a casa, sin duda, lo serán el uno, del otro.