El Rey destaca a Delibes como un ejemplo de grandeza en la sencillez

El Rey, al entregar ayer el Premio Vocento a los Valores Humanos otorgado a Miguel Delibes, destacó al «hombre íntegro y completo» que ha sabido «narrar sin prejuicios, con honradez y grandeza de espíritu lo auténtico y esencial». Don Juan Carlos, acompañado de la Reina, presidió la entrega del galardón al vallisoletano que ya cuenta en su haber con Premios como el Cervantes (1993) o el Príncipe de Asturias (1982), y que ayer celebraba su 86 cumpleaños. Miguel Delibes de Castro recibió la escultura del Premio en nombre de su padre, a quien los problemas de salud han impedido asistir al acto, convertido en un homenaje a una persona dedicada toda su vida al periodismo y a la literatura. Tras la entrega del galardón, una escultura de Mariano Villalonga, el Rey aseguró que «Delibes nos ofrece una lección de universalidad estética, un ejemplo de grandeza en su sensibilidad, sencillez y humildad». «Por todas esas virtudes y por su condición de gran escultor de la palabra escrita en español, siempre sobria, inteligente y serena» le trasmitimos nuestra más afectuosa felicitación. El autor de Cinco horas con Mario, Los santos inocentes o La primavera de Praga , que vio reconocida su carrera literaria en 1948 con la concesión del Premio Nadal, estuvo representado en la entrega de la distinción por sus siete hijos y sus siete nietos. A través de un vídeo Su voz y su imagen llegaron a los asistentes desde un vídeo que se emitió en el patio central del Palacio de Santa Ana, en el que Delibes abogó porque el haz de derechos humanos con el que el hombre nace sirva para enaltecer a los demás hombres. Tras presentar una visión no demasiado positiva del ser humano, se congratuló de que existan Premios como éste para rescatar la sensibilidad humana. El consejero delegado del grupo Vocento, José María Bergareche, intervino también para elogiar a Delibes, de quien destacó su lealtad al periódico en el que estuvo desde los 21 años hasta su jubilación, a su ciudad y a sus lugares, pero sobre todo a su vocación literaria. «Ha sabido narrar sin prejuicios, con honradez y grandeza de espíritu lo auténtico y esencial» DON JUAN CARLOS I Rey de España